domingo, 25 de abril de 2010

LO QUE PUDO SER...Y NO FUE

Crítica de cine de María Eles

13 Festival de Cine Español de Málaga
“Una hora más en Canarias”




Siempre  he disfrutado mucho con los musicales, he de reconocer mi preferencia por los grandes clásicos americanos de los 40-50, ¡cómo no recordar! “Cantando bajo la lluvia”(1952) “Un Americano en Paris” (1951) ,“Melodías de Broadway” (1953) o “Un día en Nueva York”(1949), en los que sutilmente la música y las coreografías se alineaban perfectamente con los diálogos, en los que te parecía natural (y a veces hasta necesario) que un Gene Kelly interrumpiera su conversación para sorprenderte con un gran número de baile. Escenas que daban un toque de distinción y que fácilmente te hacían sonreír, imaginando cómo sería si pasara así en la realidad. Durante los años que siguieron a la época dorada del cine americano, la producción de películas de este género cinematográfico fue decayendo, tanto en número como en calidad, y aún así destacaron grandes títulos como la emotiva e inolvidable “West Side the Story” (1961), “My Fair Lady” (1964), “Hair” (1979) o incluso “Grease” (1978). Y es en los últimos años, cuando el cine musical vuelve a estar de moda y muchos reconocidos directores se aventuran a parecerse a estos grandes clásicos con más o menos acierto.


Si pretendía  venderla como otra comedia de enredos con toques musicales, con el intento de parecerse a la excelente “Todos dicen I love you”(1996) de Woody Allen, David Serrano, ya conocido por ser guionista de “Al otro lado de la cama” (2002) y director de “Días de futbol” (2003), debería darse cuenta que repetir el  estilo de sus anteriores trabajos no siempre es una buena idea y que para los musicales, hace falta algo más que unos bailarines y una música de fondo.


Angi Cepeda, Juana Acosta y Quim Gutiérrez forman el reparto principal de “Una hora más en Canarias”, última película presentada a concurso de este festival, con el ya conocido argumento de chica que intenta recuperar el amor perdido cueste lo que cueste, valiéndose de todas sus  armas disponibles. Descabelladas y nada creíbles situaciones (llámese chica que “vuela” cuando se enamora...) mezcladas con números musicales poco conseguidos y en ocasiones ridículos, hacen que difícilmente nos arranquen una sonrisa o si bien lo hacen, es por lo absurdo de la situación.


Más convincente resulta el  trío protagonizado por Kiti Manver, Isabel Ordaz y Guillermo Francellade (queriendo perder su acento argentino), secundarios en los que se nota el buen hacer del ridículo que les ocupa y que son los únicos que salvan de definir este trabajo como comedia.


Aunque comparar no es siempre justo y sobre todo después de recordar algunos de los títulos por excelencia del cine musical, no es fácil concluir con una buena impresión de esta película, que se quedó en quizás buenas intenciones, aunque peores hechos.

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