domingo, 3 de octubre de 2010

Tristeza inutil de los parados

Poesía en el Picasso. Lecturas Literarias
Pablo García Casado. Presenta Julio César Jiménez
Jardín MPM
30/09/2010  21.00 h
Por José Manuel López Gaona 

Lo primero que ofrece la poesía de Pablo García Casado es que habla de sí mismo y de sus circunstancias. ¿Cuáles? Pues, posiblemente, la de su auditorio, unas 40 personas que se dieron cita en el Patio del Museo Picasso a oír poesía.

Comenzó José Martín de Vayas, responsable de Centro Andaluz de las Letras –cuya sede está en Málaga- justificando el porqué de un ciclo de poesía como éste. Presentó al poeta, el filólogo Julio Cesar Jiménez que actúo, contra su propósito, de exegeta de la poesía de Pablo García. Interesantísima disertación, de la que el mismísimo Pablo pidió una copia para entender el cómo de su poesía. Muy docto, pero en el sentido interesante del término.

Pablo hablo del dinero, pues ese es el titulo de su último libro, editado en el 2007. Y fue interesante. Recitó sobre las interioridades de esas personas que tienen un buen puesto, generalmente agarrados a la Administración Pública y que por no haber conseguido la plaza –quizás pereza, quizás falta de tiempo- zigzaguean de puesto en puesto. Se acostumbran a cierto status, que puede cambiar como cambia el tiempo y el agricultor se queda sin cosecha. Y no sabes como vas a mantener el nivel de vida que ahora tiene tu familia. Y hay cierta angustia, aunque muy moderada por lo correcto del momento. En esta situación hay muchos y es tan vano su existir, que solo hablan de dinero. ¡Lo duro que sería no tener la última edición de la Mont Blanc! Quizás sean pocos, pero a esos pocos representan estos poemas.

Es difícil leer sus poemas, porque no tienen ni punto ni coma. La métrica se confunde con su ritmo. El ritmo se lo pones tú, con tu interpretación. No digo que sean poemas polisémicos, su sentido es bastante textual. Dice Pablo que cuando escribe tres párrafos, ya lo ha dicho todo. Me pareció, él también lo dijo, que relacionaba el lenguaje poético con el audiovisual. Y salen cosas interesantes, una sonoridad que evoca imágenes emocionales, quizás no tangibles pero que están ahí, te las puedes imaginar. No en vano es director de la Filmoteca de Andalucía, con sede en Córdoba.

Crítica inaugural
Con este recital acaba un ciclo desigual. Estuvo condicionado por la torpe actuación de la inauguración, cuando se impidió la entrada a una cantidad significativa de personas, que obviamente no han vuelto. Yo estaba en la puerta y puedo dar testimonio del enfado resignado de algunos que no se podían creer la falta de previsión del Museo o de quien sea. Cuando se hace un derroche publicitario para atraer al público, no se les puede dejar en la calle. A autoridades de las letras malagueñas se les imposibilitó la entrada. Un museo no es una disco, es un centro donde hay que dar cabida a la creatividad; no se puede gestionar el aforo como si fueran gerentes de espectáculos de entretenimiento. Sirvan estas líneas para canalizar la contrariedad de los que no pudieron entrar. Pero el sabor de boca no puede ser éste, debe ser que el año próximo ha de seguir el ciclo. Confiemos en ello.

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