viernes, 19 de marzo de 2010

Pasión Vega


Crítica de Música / José Antonio Triguero
"Gracias a la vida" de Pasión Vega

Las fotos son de Daniel Pérez TC








Lugar: Teatro Cervantes, lunes 15 de marzo de 2010.

Presentación de "Gracias a la vida" de Pasión Vega.

Músicos: Juan José Pantoja, guitarra, Tito Cartechini, bandoneón, Pablo Martín Caminero, contrabajo y Vicente Climent, batería, entre otros. 
Sorprende al entrar por el pasillo del patio de butacas cantando a capela "Mirando al sur". Acompañada por  músicos de gran calidad, rodeó su recital de canciones conocidas y del nuevo album, como un homenaje a Málaga y a la vida, dando gracias como mejor sabe, con buena música y mejor velada. "Teresa", "María", "Ojos Verdes" o "María la Portuguesa" dieron paso a la "Gata bajo la lluvia", "El jinete" o el tema que da título a su nuevo disco, "Gracias a la vida", abren puertas a otras concepciones y ambientes musicales que, sin superar lo que ha hecho hasta ahora esta musa de Málaga, puede ser el prefacio de una madurez de la que tardaremos poco en disfrutar. Aires como los de "Ella", "Un mundo raro", "La copa rota" o "En esta tarde gris" hacen preveer un futuro aún más lírico del que nos tenía acostumbrados.

En la primera parte del concierto asistimos a la cara más iberoamericano del mismo, en la que brilló con luz propia "Fina estampa"; el elixir mexicano, puertorriqueño, argentino, caribeño o peruano seducía con delicado talle flamenco de "ida y vuelta". Los músicos lucían un amplio abanico, desde el jazz o los boleros a los sones frescos del sur de sus amores. Y de ahí a la copla con arreglos de latin-swing y olor de baladas, rancheras y tangos. Tan buenos músicos solo pueden arremolinarse en torno a una artista completa, con voz, sensibilidad y sentido excepcionales. De hecho, Pasión Vega representa la canción andaluza más distiguida, la más culta, la copla que mueve corazones impulsada por los poetas, a ese son andaluz al que pertenecía el mismísimo Carlos Cano, presente en el concierto como esa Andalucía soñada, distante del arte de pandereta que llena las listas de éxitos de los 40 latinos. De hecho, así lo demuestran sus infuencias, desde Carlos Gardel a Violeta Parra, de la música popular a la bulería o el tanguillo, de Pablo Milanés a José Martí. etc... Investigadora nata es la cantante que con mayor respeto y modernidad ha renovado la copla.






Pasión Vega, con lo dicho, ensancha nuestras fronteras musicales y culturales con su sabio quehacer artístico que se muestra rutilante, como una estrella de verdad encima de un escenario. ¿Cuál es la razón? Que sabe dar valor a las cosas, a las palabras de sus canciones, a los gestos de sus manos, a la expresión de su mirada, nada carece de sentido. Por ello también su puesta en escena es única, el valor con el que elige y utiliza cada objeto, cada acción sencilla y sincera con la que nos regala lo inunda todo de autenticidad y de honestidad. Desde el diván rojo donde llora sus ausencias, la mesa y dos sillas desde donde proclama su personal "I will survive" ("María") o las flores que reparte entre el público al final del concierto. Nada en lo que hace y canta es gratuito o cara a la galería.

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