jueves, 10 de junio de 2010

El hombre, el mono o Dios






Por José M. L. Gaona y José M. L. Mira

Fotos de la Fundación La Caixa
Ficha Técnica:
Del 14 de Mayo al 22 de Junio


Carpa Instalada en la Plaza de la Marina


Horario: Martes a viernes 12:30h-14:00h y 18:00h-21:00h, Sábado, Domingos y Festivos 11:00h-14:00h y 18:00h a 21:00h, Lunes cerrado. Entrada Gratuita









Crónica de la exposición por José Manuel López Mira



La exposición trata sobre “el habla” en los seres vivos, desde los organismos unicelulares, pasando por los animales hasta el proceso más complejo de la comunicación que tenemos los humanos.

Vemos como incluso las células reaccionan ante diferentes estímulos, lo que podemos considerar como un tipo de comunicación. Todo esto está representado en diferentes stands con vídeos explicativos.

Por otra parte vemos algunos ejemplos de animales en su forma de comunicación, algunos de ellos muy curiosos como un tipo de araña que realiza golpes en el suelo para atraer a las hembras y reproducirse, o algunos cetáceos que realizan diferentes sonidos para comunicarse con otros miembros de su especie. Es curioso como los stands te reproducen los sonidos de estos animales, incluyendo videos explicativos, incluso puedes experimentas el olor de una mofeta, que es otro tipo de comunicación olfativa.

Otra parte de la exposición está orientado a nuestros antepasados, y descubre cuáles fueron los primeros seres que tuvieron algún tipo de comunicación con otros miembros de la especie. En un principio está comunicación era muy rudimentaria debido a la diferente posición que tenían órganos importantes como la Laringe o Faringe, pero fue evolucionando a lo largo de los siglos para llegar a tener la forma que tiene actualmente; cosa que nos permite completar una comunicación muy compleja.




Podemos ver un cerebro interactivo donde se explican las diferentes zonas que trabajan en él para lograr una comunicación eficiente.

Incluso podremos practicar el lenguaje Braille o Morse para experimentar otras formas de comunicación entre los seres humanos.

Por último, la exposición hace hincapié en la evolución de las lenguas a lo largo de la historia, y pretende dar importancia al proceso de cambio de las diferentes lenguas debido al intercambio cultural con otras sociedades y a la influencia de las nuevas tecnologías de la actualidad. Hay que destacar un stand muy atractivo, donde aparecen fotografías de diferentes culturas en el mundo y se refleja la diferencia entre las sociedades.





Crítica de José Manuel López Gaona


¿Al hombre lo creo Dios o es el producto de la transformación y adaptación al medio de unos “monos”?. Pues depende. A la luz de la ciencia actual, es producto de una evolución. Tanto orangutanes, chimpancés, gorilas y hombres son ramas de un tronco común que por azar diverso, tras unos 3,2 millones de años de evolución, dan lugar a lo que hoy conocemos.

Otras tradiciones que comienzan en un libro escrito en el neolítico, dicen que el hombre fue creado por una divinidad. Y como tal, existe hoy.

Tal vez resulte chistoso, pero en los integristas estados de la unión (USA) llevan tiempo enseñando en sus escuelas, la creación divina del hombre y no, su naturaleza evolutiva.

Me apunto a una visión evolutiva del “animal” homo sapiens y recomiendo esta exposición por su carácter didáctico, en este sentido. El tema es explicar el concepto comunicación como elemento que une a los individuos de una misma especie así como apuntar la complejidad del sistema de lenguaje que se configura en la comunicación del hombre actual, al menos el que vive en el primer mundo. Por cierto, solo el 50 % de los 6.500 millones de individuos que existen en la Tierra, ha realizado o realizará, al menos, una llamada de teléfono, según un informe de la ONU.

La exposición comienza explicando el concepto comunicación. Todos los animales se comunican, pero no todos lo hacen con el sofisticado lenguaje de los humanos. Un mono chilla y advierte de un peligro u otro aspecto. El pavo real  despliega un hermoso colorido con su plumaje como señal de apareamiento, las ballenas y delfines emiten sonidos que se están tratando de descifrar y así un largo etcétera. Comunicación y lenguaje no son la misma cosa.




En la exposición se nos muestra los elementos comunicativos que usan los animales, como: señales visuales, de movimiento, sonoras, químicas –olor- que son estímulos generados a voluntad por esos animales, con el fin de comunicar algo, de incidir en el comportamiento de otro individuo de su especie Y se expone con un gran despliegue de elementos multimedia, muy didáctico.

A partir de ese uso voluntario de estímulos, la exposición nos muestra el concepto de lenguaje, que ya está solo al alcance del hombre. Muy hermosas las escenas con representaciones del Australopithecus afarensis primer “mono” u homínido capaz de trasladarse a 2 patas, y otra del hombre de Neandertal que nos ofrecen una imagen muy aproximada de esos grupos de antepasados. Termina la exposición con una lección acerca de la importancia del lenguaje como soporte de los comportamientos sociales complejos, aunque, a mi parecer, solo lo deja entrever como dogma de fe, hay poco apoyo de recursos didácticos.

Una exposición curiosa para los niños y papás que les puede introducir en el mundo de la paleontología, del que conviene tener nociones. La obra social de una caja de ahorros es también para ésto, para la docencia. Apuntar un éxito a la Caixa, que con el dinero de sus impositores organizan actividades sociales, normalmente muy interesantes. No me coarto para escribir sobre el caso de Caja Navarra. La organización de actos y financiación de eventos de su obra social no depende de lo que entiendan sus ejecutivos, sino de votaciones de sus impositores, que con su voto orientan y mandatan el cómo gastar el beneficio de la caja. Algo que por estos lares es impensable.




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