el blog de miyoespectador.com: Soul blanco en el Echegaray

Crítica de música / Javier Braojos

"Just being around… The FileTones"

Las fotos son de Francis García

Formación: Pepe Mata "Chef": voz, coros, guitarra rítmica y pandereta; Salva "Doc" Molero: bajo, piano y shaker; Borja González: hammond, rhodes y piano; Claudio Tamer: batería; Miguel Olmedo: guitarra solista; Juan Pedro Berrocal: saxo tenor; Ángel Martín: trompeta.

El jueves dia 7, la banda malagueña the FileTones presentó en el Echegaray "Just being around… The FileTones", su primer disco. Con muy buen resultado, recrean fielmente el sonido de los estudios americanos de los 50 gracias al buen hacer de los componentes del grupo.

La batería de Claudio Tamer recordaba el sonido de garaje; un estupendo bajista impecable marcaba las bases con líneas sencillas pero cargado del imprescindible feeling para interpretar piezas de soul, al igual que los teclados; el guitarrista Miguel Olmedo estuvo sobresaliente en los temas más funk arropado por los vientos, saxo tenor y trompeta, de Juan Pedro Berrocal y Angel Martín que creaban con cada intervención un sonido compacto y agradable.

Un círculo musical de sonido "negro", con caras blancas, que cerraba el vocalista Pepe Mata "chef", cocinando un gazpachuelo malagueño de "R&b, soul y funky" con una voz aguda, dulce y bien modulada aunque le faltara un poco de fuerza en determinados momentos. Con el apoyo de su guitarra, el shaker (diversos instrumentos de percusión) y muchas ganas de hacer pasar un buen rato al respetable, convirtieron el momento en una buena fiesta musical.

Aparecieron en escena los siete componentes, elegantes y sobriamente trajeados; tocaron un par de temas antes de presentarse y de agradecer la asistencia al público. A partir de ahí y con los siguientes temas, como "Sorry" o "Detrás de tus alas", el ambiente se caldeó poco a poco, arrancando las primeras palmas de acompañamiento de los espectadores; sobre todo, a raíz de un amago de striptease del cantante que se quedó en el intento.

Después llegó la primera sorpresa; sale al escenario María Rayo (Caradefuego) para interpretar "Let´s stay together", temazo de Al green incluido en la banda sonora de la película "Pulp Fiction", que sonó con mucha fuerza aunque hay que decir que tanto esta versión como algunas otras tuvieron menos fortuna que los temas propios de la banda.

Continuaron con "Noche de viernes" y "Espíritu del soul" del gran Ray Charles (quizás la mejor versión que interpretaron); después asistimos a un pequeño paréntesis donde, a la manera de "La música contada", regalaron una explicación de lo que son los fundamentos del soul, interpretando tres clásicos geniales de este estilo, como son "Wonderful world" de Sam Cooke; "Stand by me" de Ben E.King (tema del que han hecho versiones artistas como Elvis Presley, Led Zeppelin, John Lennon, Otis Redding y hasta el mismísimo Mohamed Alí), tocados con dos o tres acordes solo por el bajo, el piano y la guitarra, y "My girl" de The Temptations; estas canciones arrancaron fuertes aplausos desde la grada. Después vino "Estaría loco por dejarte ir", tema que actualmente canta Beyoncé, y "Paseando a mi perro", otro tema propio que dio paso a la segunda sorpresa de la noche, la subida al escenario de Javier Ojeda, vocalista de la veterana y querida formación malagueña Danza invisible, que haciendo gala de sus innegables tablas en los escenarios (poco más hizo) terminó de liarla y provocó que el público empezara a bailar de pié por primera vez con el tema "Malas Lenguas" de Marvin Gaye, que ya tuvo versión en español por parte de los hermanos Auserón.

Desde aquí y hasta el final, con público y banda mas entonados (hasta el punto de que casi ocurre un accidente con los teclados) y un pequeño espontáneo sobre el escenario incluido, varios temas más como "In jail" o "Even" consiguieron mantener a toda la sala en pié bailando hasta los bises en los que "Let´s get in on" de Marvin Gaye, sirvió para que destaquemos aquí los excelentes punteos del guitarrista. Un buen final que hizo que el Teatro Echegaray pareciera por momentos una fiesta de los 70.