Crítica de cine de Alberto Llamas Ros
ZONAZINE
13 Festival de Málaga Cine Español
“The fake orgasm”
“The fake orgasm” (más o menos “El orgasmo falsificado”, en castellano) es un manifiesto "queer". Lo "queer" es una corriente filosófica, tendencia o moda que se reclama “postfeminista” y pretende borrar las fronteras entre las identidades sexuales. En España, Beatriz Preciado es la principal exponente de uno de los movimientos más activos y controvertidos de la modernidad.
Un concurso de falsos orgasmos (primero de mujeres, luego se suman los hombres aunque con menor pericia) es el banderín de enganche de una película que descoloca alguna de nuestras convicciones aparentemente inamovibles. Lazlo Pearlman es el personaje central de una investigación cuyos giros conviene dejar en la incógnita para que la película funcione. Siento parecer misterioso, pero no hay otra.
-Yo no hago política, sino gestos radicales. Intento sacar conclusiones sobre preguntas que no sé contestarme –dice Jo Sol, el realizador.
El proyecto surgió cuando el equipo estaba terminando de rodar un documental sobre sexualidad por todo el mundo (que afirman están a punto de concluir) y conocieron a Pearlman.
-Encarnaba justo lo que buscábamos. Lo conocí en un seminario de Beatriz Preciado, le propuse la película y me dijo que no. Volví a coincidir con él en San Francisco y aceptó –continúa Sol.
La naturaleza de la obra como propuesta “política” (o psicológica, o filosófica), la separa del documental propiamente dicho. Las “trampas” (creo que legítimas) de la cinta, sus preguntas implacables al espectador, la emparientan con “El taxista ful”, la anterior película del realizador. Por sus especiales características el productor todavía no ha decidido el tipo de distribución de la película. Desde luego, más que para salas comerciales parece apropiada para festivales, ciclos sobre género e incluso programas especializados de televisión.
Apenas otra clave de su propuesta: ¿Porqué posicionarnos en uno de los polos del eje hombre/mujer”? Los autores se cuestionan incluso la conveniencia de las operaciones de cambio de sexo, que volverían a colocarnos en uno de los extremos de este dualismo (a costa de la pérdida de placer sexual en la mayoría de los casos). También reivindica la naturaleza de los adolescentes intersexuales (¿por qué han de mutilar su cuerpo para colocarse en uno de los polos aceptados socialmente?).
-Las personas no somos hombres ni mujeres. Somos seres humanos y punto. Con el resto podemos jugar como queramos, porque tenemos más cosas iguales que diferentes –dice Lazlo en un momento de la cinta.
Y otra cita: cuando le preguntan a una mujer, por qué se pinta los labios y se pone rimel en los ojos.
-Porque finjo –dice ella, riéndose.
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