sábado, 19 de marzo de 2011

¡¡¡VOILA LA IMAGINATION!!!


Viernes 11 y Domingo 13 de Marzo

IL SEGRETO DI SUSANNA (El secreto de Susana)
Susanna: Isabel Rey
Gil: Javier Franco
Sante: Nigel Leach

LA VOIX HUMAINE (La voz humana)

La voix Michelle Canniccioni  
Orquesta Filarmónica de Málaga

Dirección de escena:  José Luis Castro
Dirección musical:  Lorenzo Ramos

Estreno Coproducción Escénica de la Fundación Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, Gran Teatro de Córdoba, Teatro Arriaga de Bilbao y Teatro Cervantes de Málaga
Producción musical del Teatro Cervantes de Málaga

¡¡¡VOILA LA IMAGINATION!!

por Pedro Barrientos

Fotos del ensayo general: Daniel Pérez / Teatro Cervantes

Enfrascado en un par de ocasiones, me vi sin pretenderlo, dentro de unos actos programados en torno a la lírica, en una polémica referente a la programación de las temporadas de Ópera de los teatros en tiempos de crisis, donde concretamente se habló del Teatro Cervantes de Málaga.
Personas de gran solvencia, bien documentadas y resueltas en los temas que ocupaban, se debatían en argumentaciones (algunas peregrinas), opinando sobre la gestión de dicha programación de los teatros de ópera.

Se han propagado críticas  en círculos culturales, sobre un inapropiado enfoque de los títulos de Ópera elegidos este año, por los responsables de nuestro Teatro Cervantes.

El tema no se puede tratar a la ligera y requiere de reflexiones que no sean superficiales para atinar, dando la debida importancia a la cuestión.

Reconozco, que resolver una programación con títulos que satisfagan a todos es una quimera, pero sí se puede poner un poco de nuestra parte para intentar aportar puntos de vista que sean constructivos.

Hasta donde yo se, hay personas que critican duramente dicha propuesta por puro gusto musical, aludiendo a un sin fin de razones poco consistentes, mantienen argumentos, como el poco interés general que suscitan las obras a las que hoy nos referimos.

Vamos a partir de una realidad evidente, que afecta al ajuste de los presupuestos en estos tiempos económicamente convulsos y apretados.
Llegaremos a un acuerdo al convenir que los gastos de cultura son una pura inversión, y que esa inversión redunda en fomentar un pueblo más civilizado. Primer encontronazo con una certeza que demuestra que de la cultura es de lo primero que se recorta. Mal asunto.

Es obvia la falta de público, en al menos la representación del pasado Domingo día 14, que apenas llenaba el cuarenta por ciento del aforo del teatro.

No daré la razón a estas personas quejosas de las que hablaba antes, por pensar que la música que se ofreció con los títulos “ Il segreto di Susanna” de Wolf-Ferrari y “La voix humaine” de Francis Poulenc, son dos obras de extraordinaria factura. Otra cosa distinta es que no todo el personal lo sepa apreciar, y ahí es donde está el núcleo del problema.

Sociedad muy acostumbrada a las ráfagas espectaculares y deslumbrantes de títulos conocidos y “pegadizos”, ya tan programados.
El problema no es la crisis, sino la necesidad del público (en general) de identificarse con efectos muy estereotipados, síntoma de que algo no está maduro. No se necesitan ingredientes especiados para deleitarse con lo exquisito.

Creo que debieran de programarse más obras desconocidas para acercarnos a la convicción de la amplitud real del repertorio y su grandeza artística.
Así lo hacen países de tradición musical amplia y no tan amplia.
Es curioso, pero si vemos programaciones de teatros del mundo: Viena ,Salzburgo, Zurich, EEUU, Londres etc. veremos que un tanto por ciento elevado de obras programadas no son conocidas.
Baste, como ejemplo puntual extrapolable a otros geniales compositores, decir que el mismo Gaetano Donizetti compuso más de setenta óperas, o Haendel con cuarenta y tres óperas, de ellos dos juntos, apenas conoce el público de a pie (aun interesado en la lírica), unas 10. Ahí tenemos un buen síntoma de algo para pensar un poco.
Sociedad dirigida y manipulada hacia el deslumbramiento de los sentidos primarios, conformista que no quiere implicarse en aventuras desconocidas, relax para la mente, ralentización de avances, y sentido ÚNICAMENTE LÚDICO de la cultura.
Pobreza al fin y al cabo, y no material precisamente. Denle crisis y crisis a una sociedad avanzada cultural e intelectualmente y sorpréndanse de los resultados, todavía crecerán mucho más.

No puedo extenderme en estas diatribas, si quiero dar punto de vista de lo acontecido en nuestro Teatro Cervantes el pasado Domingo 14.

Obras con acuse de recibo, donde se plantea en ambas, una problemática de género a flor de piel, donde la mujer evidencia los sometimientos al varón con cierta crudeza.  



Il segreto di Susanna  (Wolf-Ferrari)
  
Pone encima de la mesa un argumento con libreto de Enrico Golisciani, lleno de dinamismo y situaciones dramáticas y divertidas.
Un marido como figura jerárquicamente preponderante, eclipsado por sus rasgos celosos y por una esposa mas inteligente que el, dada al sensual placer de fumar. Costumbre prohibida a las mujeres en la época.

El piensa que como su consorte no puede fumar, es un amante el que deja olores a tabaco en casa, con la consecuencia de desatar sus celos más febriles.
Se desencadenan situaciones acompañadas por una partitura llena de contrastes y magistralmente estructurada, dando a cada momento el clima adecuado.
Hay reminiscencias del Sigspiel alemán y toques dieciochescos moviéndose con gran soltura por los entresijos argumentales.

La escenografía resultó muy elegante y sugerente, con unos efectos de iluminación muy sencillos, pero tremendamente interesantes y bonitos , muy bien codificados y oportunos en los cambios.

( Vídeo del Piccolo Festival 2009)


Los cantantes resolvieron bien. Isabel Rey es una veterana de bella voz y técnica solvente, su impostación es muy buena y se le escuchaba a la perfección en los tutti orquestales. Su voz traspasa con rotundidad a la orquesta con un timbre muy brillante y bien apoyada en todo momento. Su fraseo es elegante y musical, aunque su dicción es algo confusa. Al principio oímos de su voz algunos golpes glóticos molestos en las notas de paso del registro grave, que se suavizaron cuando avanzó su canto, quizás por falta de calentamiento o de ajuste a la acústica del teatro.

Javier Franco es un cantante de voz noble con un timbre redondo y argénteo cuando asume su “baritonalidad”. Se antoja a veces un timbre con brillos “tenoriles” que hace algo inconsistente su impostación, teniendo ciertos problemas con su volumen. En los dúos con la soprano en los que la orquesta toca con brío, su voz se esconde y casi desaparece, No dudo de su clasificación vocal como barítono, pero creo que si diera consistencia al “aperto” en todos los registros por igual, sin perder un ápice del apoyo ni cobertura, sonaría con más rotundidad y con más armónicos, dando el verdadero carácter baritonal a su hermosa voz.

El actor Nigel Leach dio un toque distinguido a la trama, su personalidad encajó a la perfección con los requerimientos histriónicos de su cometido como mayordomo, implicado en sus fieles tareas y furtivos comportamientos.

La voix humaine  (Francis Poulenc)

La original escritura de Poulenc se basa, por lo general en formas pequeñas y reveladoras de un lenguaje armónico muy halagador. Muy influenciado por la Chansons populares parisinas y un resuelto carácter melódico, Poulenc desarrolla originalidad y variedad en sus formas musicales. Es esta una partitura llena de contrastes dramáticos muy bien resueltos en la orquesta y con una sintaxis en la escritura vocal de gran envergadura. Realmente impresionante los colores orquestales que se funden con los cambios psicológicos del personaje que canta.

El director Lorenzo Ramos dio grandes dosis de equilibrio orquestal, haciendo una lectura precisa y brillante como requieren dichas partituras. Puso acogedoras alfombras orquestales por donde los cantantes transitaron con comodidad y seguridad.




Michelle Canninccioni es una cantante sólida y extraordinariamente dotada de talento expresivo y voz aterciopelada, capaz de cambiar a registros muy profundos de la psiquis, traduciendo en pura fidelidad los matices entroncados con los rasgos mentales de una mujer que sufre la desoladora dependencia del ser al que ama, cuando sabe que es imposible su regreso, porque ha sido abandonada, y el  ha emprendido otra relación.

Especie de soliloquio febril, con un estado de neurosis que hace hasta dudar de, si detrás del insistente teléfono, realmente no habla absolutamente nadie, y es una alucinación psicótica, producto de su estado enajenado.

Dar estos marcadores a un argumento y música de tan alta gama, no lo puede hacer cualquiera, y por eso es justo decir que tampoco lo sabe escuchar y comprender cualquiera que no tenga su sensibilidad educada.
Así se haría  necesario que se programaran muchos más títulos como estos, que poco a poco tejerían una labor extraordinaria para nuestros oídos, sensibilidades y desarrollo.

Canninccioni se dio por completo, y demostró lo que es una artista: Alguien capaz de traspasar una barrera mágica fantástica, que haga agitar las emociones de nosotros, los ávidos espectadores, haciéndonos sentir cierto caos inexplicable que inexorablemente nos hace crecer.

¡¡¡Voilá la imagination!!!


3 comentarios:

  1. muy buena a entrada y la critica, pero es verda, es triste pero cierto que de donde primero se recorta es de la cultura, y que el publico en general no está dispuesto a oir otra cosa que no sea lo de siempre, no ya que escuche diferentes estilos, sino hasta las obras, quieren las mismas, estan mal acostumbrados, porque además así etiquetan a la música clásica con mayor facilidad.

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  2. Estoy de acuerdo contigo y en cuanto al comentario sobre obras nuevas (no tan nuevas en este caso), más bien distintas del repertorio habitual, es muy necesario abrir el abanico. La música no debe considerarse como una mera convención, es también descubrimiento, búsqueda de nuevas riquezas tímbricas, poliritmos, modos y temas, y en especial en la ópera, una voz nueva de expresión.
    La interpretación de M. Canninccioni la encontré conmovedora. Me llegó sobre todo la expresión de la fragilidad y la desesperación ante la soledad, ante el abandono, llegando a fundirse con la orquesta en la bella tímbrica que crea Poulenc, el inconfundible.., en sus tintes dramáticos, acuáticos, líricos, sensuales, fríos y descarnados..
    Gracias por incorporar los videos y tu valiosa aportación
    Teresa L.

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  3. Estoy de acuerdo. Es necesario extender la oferta musical, en especial en lo que hace referencia a la opera, y salir de las conocidas y nacionalistas (por consiguiente pasionales) operas italianas. Educar al público en nuevas referencias operísticas, al margen de lo "mas o menos pegadizo" de "Vendeta terrible vendeta" y cosas así. Pero tambien una mayor difusión. La próxima vez que haya opera en el Cervantes y que sea Carmen de Bizet, iré, porque conseguir una entrada para una opera de las conocidas, es dificilisimo. Saludos.

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