Mujeres que empuñaron las armas

Por José Manuel López Gaona

VIII MUESTRA DE CINE SOCIAL Y DOCUMENTAL "LA IMAGEN DEL SUR"

22, 23 Y 24 DE NOVIEMBRE

CASA INVISIBLE, MÁLAGA

C/ Nosquera 9 y 11

El cine es un pretexto. El resto, es un viaje por la vida.

Alejandro Ramírez, realizador de LA OTRA PIEL.

LA CASA INVISIBLE (Nosquera 9 y 11) es un recinto donde se respira libertad. Se proyecta cine, pero no para pasar el rato, sino para ganarlo; para enriquecer el bagaje cultural que nos consolida. Me refiero a la muestra de Cine Social y Documental “La imagen del Sur”; ofrece en 3 días un experimento, pues con los medios audiovisuales, pretende transformar lo social. Un sitio donde se tiene la sensación de que, empleando lo habitual, podemos tener otros fines. Y allí había unos 40 ó 50 personas –treintañeros, me pareció- dispuestos a la tarea. Mucho tenemos que aprender en el norte de cómo usar el arte y la tecnología para transformar el mundo jodido que nos toca vivir. Estoy convencido que más ellos a nosotros que nosotros a ellos. Y para muestra: el documental La otra piel.

Para empezar, su realizador Alejandro Ramírez, nos contó la diferencia entre el documental y el reportaje. Documental es contar una historia desde la sensibilidad de quien la ha vivido. Reportaje sería describir los hechos. Y nos contó la guerra de Guatemala (45.000 desparecidos sobre 13.000.000 habitantes) Pero la relató desde la sensibilidad de mujeres que empuñaron las armas. Mujeres fuertes, concienciadas, que sentían el placer de apuntar, disparar y ver un muerto en el bando enemigo; supongo que como en España, en otro tiempo.

Y esa es la tesis del documental: para que una mujer participe en un proceso de guerra, tiene que romper con muchas ataduras sicológicas de su posición ancestral en la sociedad machista. Quizás esto pueda ser el augurio de un futuro mejor….

Hombres y mujeres son diferentes, sí…, pero esta diferencia no puede ser esgrimida como excusa para la desigualdad sino como un acicate para el respeto a la diferencia. Lamentablemente, al feminismo se le ha desvirtuado y se le ha opuesto al machismo, visto sólo como una competencia por el poder.

Puede que sea discutible el mensaje del documental, pero hay que verlo; hay que ver como grupos indigenistas, campesinos, clases pobres, usan la violencia para acabar con tantas desigualdades. 


Difícilmente podríamos aceptar desde nuestras acomodadas sociedades un recurso tan extremo; pero documentémonos, no sea que nos la podamos encontrar tras tantas trampas de los partidos políticos y desmontajes de la sociedad de bienestar.