domingo, 28 de noviembre de 2010

Arcangel en el Albeniz



Arcángel en el Albéniz
Texto y fotos: Javi Braojos 


El sábado 20 de Noviembre (¡joder con la fecha!) dio inicio el ciclo de recitales denominado “El duende del Albéniz”, una estupenda sala recién restaurada en la disfrutar de parte del panorama actual del arte flamenco.


Y qué mejor, para celebrar el estreno como patrimonio de la humanidad de este arte tan nuestro, que empezar con un cantaor joven, pero sabio, Arcángel, un joven que, por su afinada voz, nadie en principio pudiera pensar que se halla delante de uno de los grandes, pero que al terminar el acto uno sale convencido de que ya lo es, y de que probablemente seguirá agrandando su nombre y el del flamenco en cada escenario que vaya pisando.

Apareció solo, ante una sala totalmente llena y se arrancó a palo seco con una soberbia toná que puso al teatro casi entero en pie. Buen comienzo.

Algunos dicen que a este chico le falta pellizco. Lo tiene, aunque quizás se le note que anda mas a gusto con unos palos que con otros pero, repito, lo tiene.

Después de este bonito arranque y con la entrada al escenario de su “cómplice” y estupendo guitarrista Miguel Ángel Cortes, comenzaron a deleitar al público por soleás, tangos, tarantas, etc... con una inmejorable conexión..


Cantes sobrios y largos, metidos con un asombroso compás que arrancaron mas de un pellizquito en el respetable y que dejaron el ambiente calentito y con ganas de más en esta primera parte del espectáculo.

Un descanso para la voz y el guitarrista granadino, al que ya hemos tenido la suerte de escuchar acompañando a otros grandes aquí, en el malagueño Teatro Cánovas, arremetió el toque de la guitarra con una suerte de contratiempos, recortes, alzapúas y un endiablado pero finísimo compás, que no permitió que el ambiente se enfriara hasta que salió de nuevo el maestro; esta vez lo hizo por bulerías, quizás el palo donde el onubense estuvo menos brillante aunque sin perder en ningún momento el alto nivel de su cante.

Seguirillas y unas alegrías en las que demostró el alto dominio que tiene en una extensa variedad de palos (concretamente en las alegrías estuvo “de dulce”); continuaron sonando y empapando la sala de aroma flamenco hasta que llego el final que, como no podía ser de otra forma, este cantaor nacido en la provincia de Huelva, remató por fandangos,dando un rodeo desde la capital a parte de la provincia.

Huelva , Alosno, etc.., para terminar cantando por delante de los micros y con un público finalmente entregado en una buena noche de flamenco.



En resumen, una buena sala con cercanía, buena organización, buen cante, y buen cartel para que disfrutemos en las próximas semanas de “El duende del Albeniz”.



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