Crítica de música por José Antonio Triguero
Amar el trauma
Lugar: Teatro Auditorio, domingo 16 de mayo de 2010.
Programa: La Shica y Jorge Drexler.
El cantautor uruguayo presentó, en un extenso recital su último disco, "Amar la trama". A priori, este nuevo trabajo es, en formato CD, bastante acústico y con unas composiciones más sencillas de lo que nos tiene acostumbrados; sin embargo, en directo, se presenta con una potente banda, donde los vientos, la percusión, el bajo, etc... complican la percepción de los temas pese a la altura musical de sus componentes.
El concierto que dio en Málaga me pareció flojo, en su concepto y en su realización, además de resultar por momentos monótono y aburrido. Lo mejor del programa que esa noche se mostró en el Teatro Auditorio de calle Pacífico, fue la telonera invitada, La Shica, que sin alardes, supo poner autenticidad y experimentación al servicio del hip-hop, del flamenco y de la copla. Vitalidad y fino humor la acompañaron, al contrario que a Drexler, del que se podría decir que resultó espeso y sin gracia.
La Shica es un torbellino; fresca, irónica, divertida, desenfadada y original, aunque esa originalidad la base en coger un poco de allí y un poco de allá y transfundirlo a la sala con su marchamo personal. "La Niña de fuego" en off, que ella bailotea en una versión que tildó de kistch pero que a mí me pareció polífónica y postmoderna, acertó a trastocar la memoria colectiva que nos une al tema clásico de Manolo Caracol.
Terminada la versión, La Shica suelta la primera indirecta: ¡"Hola, soy Jorge Drexler!" Primeras risas y ganada la complicidad de todos. Luego "Te quiero mucho pero no pa to los días", con el uso de pregrabados y una guitarra enérgica en directo. Por problemas de sonido, recomienza el tema echando mano de su espontaneidad: "las fallas de Valencia no venían con esta canción", soltó a bote pronto. Es un portento escénico, sabe que hay un público y no está nada pagada de sí misma. "La Chica Boom" y el baile de la tía que se arrima en las bodas, "La Bien pagá", de la que no recuerda bien de la letra, pero sí el alma y el coraje que hay que tener para cantar esa canción mil veces versioneada, en ella baila por tangos que introducen la última oscilación que rapea y coplea a la vez.
En definitiva, dejó la cosa bastante animada para que comenzara Jorge Drexler..., pero éste tarda en tenerlo todo a punto y nos hace esperar, con lo que el ambiente que ha logrado La Shica, se difumina. Por fin sale con una guitarra roja y traje elegante, con cierto aspecto de mod anticuado; cuando los vientos arrancan, muestran la potencia de la formación musical, pero en la canción "Tres mil millones de latidos" empieza a sobrar tanto viento para esta especie de Silvio Rodríguez casero, que ahoga su voz entre tanta instrumentación; a medio camino entre un falso crooner, tristón y sensibilero, y un cantante folk, nos recuerda con "Cerca del mar" los compases y las melodías de Pedro Guerra, salvando las distancias, claro, pues Guerra es mejor intérprete y, en directo, se le escucha y se le entiende perfectamente. Es una pena, pues el uruguayo, en el disco, siempre canta en primer plano.
Durante la mayoría del concierto las letras no se oyen. Ya se sabe que a los fans incondicionales ésto no les importa y colaboran sin pudor en una especie de karaoke en sotto voce. Menos mal que la banda hace exhibición de una dinámica de la que carece el cantautor y podemos oírle de vez en cuando.
"La edad del cielo" tiene cierto eco a las canciones de Alejandro Fillo; en ella Drexler se cuelga de un gran sentido del tempo; quizás fue una de las piezas mejor cantadas. Con "Mi guitarra y vos" el karaoke de fans se convirtió en una especie de coro de iglesia. Una nota discordante de la rima de este tema es aquello de cosificar a la amada, pero imagino que es una pequeña licencia. Véase la letra.
Como la cosa a estas alturas estaba lo suficientemente empalagosa, el cantante tuvo un emotivo recuerdo para el Festival de Cine Español de Málaga, que en su edición número doce le hizo entrega de la Biznaga de Plata del Público en la sección de Documentales. Entonces cantó unas décimas que compuso en el Ave que lo trajo a Málaga a recoger el galardón. Las volvió a cantar.
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Despues de leer la crítica me he sentio un poco desfraudado por no haber ido al concierto, a ve a la Shica, sobre todo despues de oir los enlaces que aparecen en el artículo. Dresler... pues eso.
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