por Andrea Acquaroli
Teatro Cervantes. 26 al 30 enero, de 2011
“Garrick”. Tricicle.
Guión y dirección Tricicle
Con Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans
Música Pere Bardagí
Alguna vez escuché que para reírnos empleamos menos músculos que estando serios, no se si esto es cierto, yo sí comprobé que riendo trabajamos unos cuantos... ¿Por qué digo esto? Al salir de ver Garrick, de Tricicle, me dolían todos los músculos que rodean la mandíbula. ¿La causa? Reírme sin descanso durante todo el espectáculo.
La compañía catalana Tricicle, constituida en el año 1979, cumplió 700 funciones sobre “las tablas” el pasado miércoles 26 de enero, en un Teatro Cervantes con aforo completo. Llegando al final del espectáculo, todos soplamos simbólicamente las velitas de la tarta que acercaron al escenario.
El nombre del espectáculo se inspira en “DAVID GARRICK”, un célebre comediante inglés del siglo XVIII el cual, estaba tan extraordinariamente dotado para la comedia, que los médicos recomendaban sus actuaciones como una especie de “remedio mágico” capaz de sanar cualquier pena del alma.
La obra Garrick es para mí una buena forma de hacer “risoterapia”, desde el comienzo hasta el final todo es humor del bueno; Tricicle nos regala variados sketches, creados con su estilo más que consolidado de lenguaje gestual. Además, nos proponen momentos de música sobre el escenario acompañando alguna escena, más una pantalla gigante que entre sketch y sketch no deja de aportarnos ingredientes humorísticos.
Poco puedo agregar, sólo invitarlos a ver Garrick, regálense la oportunidad de reír sin parar, de curarse el alma, de ejercitar sus mandíbulas, que hoy en día puede parecer un objetivo más que ambicioso, pero con este espectáculo, lo conseguimos.
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