El canto lirico en el horizonte

Tribuna crítica sobre canto / Pedro Barrientos

El canto lirico en el horizonte

Unas clases magistrales y un concierto

Horizonte

Coincido con el pensamiento que apunta a que una voz cantada aporta información sobre los entresijos más íntimos del ser humano que la produce.

Por eso debe ser que dé tanto pudor a veces mostrar el canto.

Hablar sobre canto lírico no es fácil y mucho menos del panorama actual en general.

La voz , aunque debiendo ser tratada en su estudio con la misma disciplina o más que cualquier otro instrumento musical, recibe el primer mal trato desde la mente que la posee, creando grandes acotaciones desde que se descubre que es aparentemente fácil modelar melodías y expresividades que surgen espontáneas . Este es el primer tropiezo que da el cantante y el oyente, que prejuzgan infinidad de premisas que a largo plazo se estrellan contra una realidad bien diferente.
Se escucha una voz bella con aptitudes, e inmediatamente se piensa o dice: ¡Que bien canta! En esta trampa,  aseguro, que caen hasta músicos experimentados.


La voz cantada  es el gran desconocido de los instrumentos que hacen música, incluso para algunos pedagogos.

Definitivamente, la dificultad mas desapercibida a vislumbrar, sobre todo para el maestro de canto, es respetar al máximo la idiosincrasia de la persona que canta, porque su propia voz esta conectada directamente con su personalidad, con sus afanes, fracasos, alegrías y razones.

Casar esto con la disciplina del estudio en la dirección correcta, es un trabajo de precisión meticulosa. Por ésto es un atentado querer imponer a un estudiante de canto los sonidos y las frustraciones del propio profesor.

Hay cualidades en la voz que deben quedar patentes para enfocar su estudio. Conocer el mecanismo de todos los sistemas que intervienen en el canto es primordial , así como la experimentación de las posibilidades sonoras que contienen los diferentes colores de la voz, expresividades y muestras; muchas veces incompatibles con la personalidad del cantante. Todo unido a poder dominar con soltura lo que se quiere hacer con un criterio que equilibre libertad y tradición. Tarea harto difícil.

Cierto es que al manejar un lenguaje tan directo, la paleta de tópicos -casi todos falsos- se abra para mostrar mas confusión todavía. No se trata de gustos, hay voces bellísimas que cantan fatal. Otra cosa es que emocionen a sus familiares o a su entorno.

Lo siento pero eso es lo que pienso. Hablo más concreto de algunas rancias parafernalias que rodean al mundo de la lírica.

De entrada, aparenta ser un circulo cerrado que no confirma más que la gran crisis de voces que empezó a padecer la lírica desde hace algún tiempo, no por falta de calidad de la materia prima “voces”, sino por la calidad del enfoque y la proliferación de ghetos de ciertos estatus de poder, ya sean a gran escala o a escala puramente local. Dificilísimo zafarse de tal loza.

Ya no escuchamos Corellis ni Distefanos ni Bastianinis, Carusos, Tebaldis, Fletas, Callas, Supervías, del Monacos, Linas Brunas etc... Algo pasa.

Pienso que en las producciones canoras musicales actuales, ya sean óperas o conciertos con solistas vocales, lo de menos, parece ser  el canto. Parece mas importante llenar el aforo con un programa atractivo o crear una puesta en escena que nos deje boquiabiertos, y así poder engañar al personal con suntuosos adornos para enmascarar vibratos lentos ondulantes de voces que portan más peso del debido -o que no lo saben soportar- o insoportables sopranos con la agenda llena hasta el 2015 cantando casi medio tono mas abajo del correcto, todo el tiempo.

Se olvidó que sintonizar el alma implícita en la voz educadísima del cantante es más reconfortante que ver su figura o la belleza de su cuerpo, aunque mas comprometido y difícil.

¡Cómo cambian los tiempos!  Hoy día Titto Schippa posiblemente fuera rechazado por voz fea con poco volumen y rechonchete.

Como el panorama aparentemente no pinta muy bien y no se adivinan cambios, se puede optar por librar pequeñísimas batallas. La primera corresponde a “educar”, en especial la “sensibilidad”. Hay pocos maestros dispuestos a emprender esta tarea. Pero… ¿cómo se hace esto? Sencillamente con información justa, generosa, abundante y desprejuiciada.

Sugiero elegir muy mucho la información que se quiere obtener, ya que es de sobra conocido por todos que la información es manipulable y en la abundancia también nadan los intereses espurios. Lo único que se acercara a lo oportuno, fuera lo contrastado con progresivo conocimiento. También sugiero ser sanamente desconfiado de lo aparente. Hoy casi todo aparenta algo que resulta no ser.

Con respecto al canto lírico más.


Algo referente a la enseñanza del canto lírico.

Creo que enseñar a cantar a un gran talento con grandes cualidades y gran inteligencia no tiene mucho mérito. El alumno buscará los caminos casi de forma instintiva y el profesor de canto solo será una guía que delimite el cauce del aprendizaje.

Es cierto que el profesor tendrá una gran responsabilidad y la obligación moral de aconsejar e impartir de modo correcto la enseñanza. Si no se siente capaz de ofrecer este camino, lo mas honesto es dimitir de tal tarea. Propongo al estudiante de canto ser cauto a la hora de elegir un profesor si lo que quiere hacer es aprender a cantar, ya que está poniendo en estas manos su salud vocal y mucho de su intimidad. Si lo que  pretende es trepar como una enredadera, entonces los caminos aparecen muy bien señalizados.

Será requisito imprescindible que el estudiante adquiera un compromiso firme con el estudio y sea consciente de que la educación de una voz tarda lo mismo en madurar que la educación de un hijo. Cuenten años y les saldrá el resultado.

Aprender y enseñar a cantar es una tarea bien difícil.

Hay personas dedicadas a la enseñanza del canto que cuentan en su currículum con la formación de grandes talentos que hacen extraordinarias carreras de cara a la proyección internacional y la mayoría de las  veces rechazan a alumnos con ciertas limitaciones.

Seria muy curioso preguntar a estos docentes si serían capaces de enseñar a cantar correctamente a un alumno con limitaciones y evidentes dificultades. Permítanme que les adelante la respuesta, ¡la he escuchado tantas veces! “No perderé el tiempo”. Puedo asegurar que en la mayoría de los casos no saben hacerlo.

Pero quiero llamar la atención sobre la enseñanza del canto dirigida a alumnos que sienten la necesidad de cantar sin a priori tener una voz especialmente adecuada o una tendencia intuitiva clara hacia el arte del canto.

Es un trabajo de gran especialización, de extraordinaria meticulosidad y gran conocimiento de la voz y la psicología del cantante, así como de gran paciencia y abnegación. Siempre que se cuente con la justa pretensión y la constancia del alumno cantante.

Sobra decir que esta especialidad se mueve en una escala de valores diferentes.

El maestro puede intuir que su labor  quedará impresa en la persona aprendiz y que quizás no tenga una aparente repercusión pública o masiva, aunque esta dadiva enfoca hacia repercusiones de carácter mucho mas trascendente y personal. Hablo de vínculos diametralmente opuestos a la vorágine de esos ghetos de los que antes hablaba.


Unas clases magistrales.



Organizo desde el año 1998 cursos de Clases Magistrales de canto en Málaga, intentando traer como profesores a los mejores que yo considero en el panorama de la pedagogía del canto.

De una forma modesta y echando la vista atrás, puedo decir que cada curso ha sido superado en calidad por el siguiente y no ha sido nada fácil.

En estas clases magistrales, lo que se ha pretendido cada año, ha sido simplemente enseñar a cantar como se debe a todos y cada uno de los alumnos, tomado más interés si cabe con los más desfavorecidos.

Esta labor  no hubiera sido posible sin contar con D. Álvaro Ramírez, eminentísimo pedagogo del canto que ha dejado en Málaga una huella perenne y que ya da sus frutos. Incansable trabajador, D. Álvaro ha impartido más de quince cursos de clases magistrales durante doce años.

Es justo nombrar con honores a Dª Maria del Carmen Pérez Blanco, profesora pianista acompañante que ha ayudado a formar a tantos cantantes en Málaga, yo incluido, y que acompañó con gran entusiasmo y dedicación los primeros años de esta labor.

Luego cogió el testigo D. Félix Rodríguez, pianista y repertorista que con su entrega  ha hecho posible que esto siguiera vivo con mas fuerza aún, aunque todavía  le queda recoger la  admiración y agradecimiento que se le debe por derecho, por estas y otras labores a favor del canto en Málaga. D. Félix sabe cantar a la perfección con el piano.

En este último curso que hemos celebrado del 20 al 27 de Febrero en el Conservatorio Elemental Eduardo Ocón de Málaga, gracias a su director D. Fernando Montero, hemos contado con una gran personalidad de la ópera mundial, el gran barítono y doctor D. Luís Felipe Girón May.

Ha sido el curso mas enriquecedor de todos por varias razones. Málaga ha tenido durante estos días,  a la personalidad más relevante y sólida como cantante y pedagogo que haya tenido antes. ¡Gracias Maestro Girón May! Por aceptar la invitación y dejarnos su gran experiencia como muestra del mejor quehacer y las mejores maneras de cantar. Usted lo ha demostrado en sus clases, aportando su sabiduría ganada por el estudio y la experiencia; y por sus actuaciones, en su dilatada carrera por los mejores escenarios del mundo a lo largo del tiempo, compartiendo cartel con los mejores cantantes.

El curso ha contado con  nueve alumnos : Germán González (Tenor), Javier Jiménez  (Tenor), Helena Recio (Soprano), Manuel Guzmán (Tenor), Yaiza Leiva (Soprano), Laura Sánchez (Soprano), José Antonio Ariza (Barítono), Elisa Fernández (Soprano) y Francisco Hijano (Tenor) y ha sido una experiencia de gran importancia para el canto en Málaga.

La situación de los estudiantes ha sido muy variopinta, desde alumnos que empiezan con una edad avanzada  o con  problemas técnicos,  hasta alumnos muy jóvenes con impresionante talento que seguramente enfoquen su vida hacia el canto.

Estos cursos son siempre un punto de inflexión en la carrera de muchas de las personas implicadas .
Se siembra algo que se recogerá a su debido tiempo y grado de madurez.


Concierto de clausura.

El concierto de clausura del curso se celebró el día 28 de Febrero en el Museo Interactivo de la Música de Málaga  MIMMA, fue un concierto redondo.

Lo abrió el tenor Manuel Guzmán , que canto dos piezas : “O del mio dolce ardor” de la ópera “Paride y Elena” de Glück y “Un momento di contento” de “Alcina” de Haendel.

Manuel posee una bella voz y derrocha gran sensibilidad y poder comunicativo. Su timbre proyecta bien el sonido con armónicos de calidad. Es muy musical, aunque su timidez no deje aparecer lo suficiente al cantante nato que será si su compromiso es firme.

Elisa Fernández (soprano) cantó “A vucchella” de Tosti y “La promessa” de Rossini dos canciones de cámara de muy diferentes estilos y gran dificultad con una cuidada diferencia estilística y un color de voz muy atractivo, ya que tiene un vibrato muy sano que sobresale y distingue su timbre y lo hace diferente, cualidad a tener muy en cuenta. Elisa hizo un gran progreso en el transcurso de las clases que recibió.

Siguió Germán González (Tenor) que cantó “Caro mio ben” de Giordani y “Sebben crudele” de Caldara . Germán tiene una voz difícil de domar y le queda un duro trabajo por hacer, aunque nos sorprendió su arrojo al no escatimar esfuerzos en dominar el fraseo y el aire durante su actuación . Arriesgó y supo terminar con gran soltura y con la voz en línea y muy presente.

Yaiza Leiva (Soprano) interpretó “Canción de Paloma” del “Barberillo de Lavapies” del maestro Barbieri y “War es auch nichts” de “Eva” de Lehár. Timbre y legato cálido y una intuición para el canto fuera de lo común posee Yaiza.  Si enfoca su carrera de forma correcta, tiene muchas posibilidades de despuntar por sus cualidades, no en vano fue mencionada con honores al “Mejor aprovechamiento” del curso.

José Antonio Ariza (Barítono) Es un cantante y artista que maneja diferentes disciplinas, entre otras, compositor y pintor. Cantó el “Brindis” de “Hamlet” de Thomas y “Los cantos alegres” de “La del soto del Parral”. Pienso que José Antonio es un cantante muy profesional y muy desaprovechado y se le debería tener más en cuenta. Admiro como José Antonio no escatima y ofrece su canto generosamente con una expresividad rotunda y muy personal que lo hace incidir en el corazón del que escucha .

Laura Sanchez (Soprano) lleva a penas cinco meses estudiando canto y ya apunta unas maneras extraordinarias y un timbre bellísimo. Cantó “Malinconia ninfa gentile” de Bellini y “Convien partir” de “La hija del regimiento” de Donizzeti. Deseamos que su inteligencia demostrada le haga tomar las mejores decisiones en su carrera. Un talento así merece toda la cautela y correcto encauzamiento. Recibió una mención de honor al “Joven talento”.

Francisco Hijano (Tenor) posee una voz de calidad suprema. Por tanto, es consciente de que debe asumir con firmeza el compromiso de ser un cantante sin fisuras, ya que de seguir correctamente sus estudios de canto, el futuro tendrá muchas posibilidades de abrirle las mejores puertas. Cantó “El lamento de Federico” de “La Arlesiana” de Cilea y “Romanza de Leandro” de “La tabernera del puerto" de Sorozabal con su contundente voz que apreció el público asistente.

El maestro D. Félix Rodríguez acompañó al piano. Intuyó con precisión todas las inflexiones del fraseo que decidieron hacer los cantantes in situ. Para estos jóvenes, tener a un pianista de esta gran sensibilidad y dispuesto a regalar su arte al servicio del cantante, es una sensación que hace del evento un gran momento.

Por último, y para ilustrar algunos argumentos peliagudos de  los que aquí expongo me queda decir, que  la sala de conciertos del MIMMA estaba llena de personas que fueron a disfrutar del extraordinario concierto….bueno.., no la totalidad, hubo alguien que fue sólo a corregir a alumnos y maestros al terminar el concierto. No hay nada más digno que retirarse a tiempo.