Crítica de música por Miguel Angel BarbaEl Barroco y el Swing juntos en Málaga
Concierto de Clausura del Ciclo EXIT en el Ateneo de Málaga
CLAUDE BOLLING
Lugar: Ateneo de Málaga, Jueves 13 de Mayo.
SUITE CLAUDE BOLLING
Interpretes: Mª Carmen Pérez Blanco, piano; José Antonio Fernández Cano, flauta travesera; Arturo Zawadsky, Contrabajo; Miguel Gasent García, Batería.
De Claude Bolling podríamos decir muchas cosas, pero quizá entenderíamos la grandeza de este pianista, compositor, arreglista, director de orquesta y a veces actor, nacido en Cannes, diciendo que fue un niño prodigio que ya a los quince años trabajaba como músico profesional de jazz con Lionel Hampton, Roy Eldrige y Kenny Clarke, y que a lo largo de su prolífica y enriquecedora carrera ha compuesto bandas sonoras para un centenar de películas, algunas muy conocidas como "Borsalino" (1970) y "California Suite" (1979). Si añadimos además que ha trabajado con músicos de la talla del flautista francés Jean-Pierre Rampal, el trompetista también francés Maurice André, Pinchas Zukerman, afamado violinista, viola y director de orquesta israelí, el guitarrista clásico francés Alexandre Lagoya y el violonchelista parisino de ascendencia china Yo-Yo Ma; además se inspiró en grandes músicos como el maestro Duke Ellington (su decisiva influencia jazzistica), Count Basie, Jimmy Lunceford o Glenn Miller; entonces si que podemos darnos cuenta de la dimensión real de este artista. En Noviembre de 2001 realizó una gira por España, ofreciendo un espectacular concierto sobre la música de cine, el clásico y el jazz, al que personalmente no tuve la suerte de asistir.
Con estas credenciales y magnífica carta de presentación nos disponíamos a solazarnos, en un salón de actos del Ateneo prácticamente lleno, con su partitura de fantástica (en los dos sentidos) factura.
En la presentación explicativa del programa del concierto, rezaba: "Durante el periodo barroco (1600-1750) una Suite era una composición instrumental formada por una serie de danzas. En esta obra de Claude Bolling, el término está empleado en su acepción moderna y significa una composición instrumental formada por una serie de fragmentos musicales contrastados."
Dentro de cada uno de los movimientos de la presente Suite, existe una fluctuación de estados de ánimo debido, sobre todo, al constante dialogo entre los elementos de jazz y los elementos clásicos, que parecen luchar entre sí. Es una obra, en definitiva, que satisface a los dos tipos de espectadores.
Lo más curioso es que una obra que puede satisfacer tanto al público de clásico como al de jazz, también puede, ojo, dejar insatisfechos a ambos. Suele ocurrir muy a menudo en las experiencias de fusión y maridaje. A los más puristas del jazz les resulta de riesgo escaso, de poca improvisación... mientras que a los más clasicistas de los clásicos se les antoja fuera de la esfera de lo clásico.
Esta presentación prometía y, a decir verdad, creo que nadie se fue insatisfecho. Más bien todo lo contrario, teniendo en cuenta que había espectadores de todo tipo, edad, clase...
El grupo conformado para la ocasión pintaba muy bien y en honor a la verdad he de decir que, aun pudiéndose entrever claramente a los más avezados en el jazz como el baterista y el contrabajista y los más clásicos, pianista y flautista, esta mezcolanza resultó deliciosa precisamente por los contrastes y las complementaciones.
De un lado, Miguel Gasent García a la batería, importante su swing, impecable; y Arturo Zawadsky, contrabajista también de la Orquesta Filarmónica de Málaga, potente, certero, con mucho punch y también enorme swing, así como especial alma de blues en sus lineas de bajo. Hay que tener en cuenta que el bajo es el instrumento mas exigente en el jazz, porque es el único que tiene una doble función: proporciona el ritmo y la armonía al mismo tiempo. Lo cual se notaba mucho en los cambios producidos en la base rítmica y armónica cuando estos dos instrumentos enganchaban. Un trabajo magnífico de ambos, sobre todo teniendo en cuenta que aportaban las líneas rítmicas y armónicas del verdadero jazz. Tuvo Arturo unos breves y deliciosos momentos de dúo melódico con el piano en el "5º Movimiento Irlandaise", que brillaron especialmente.
De otra parte, los más clásicos: Mª Carmen Pérez Blanco al piano, que recientemente participó en el "2º concierto del club de la ópera"; mujer de zarzuela, que evidenciaba claramente que no es una pianista de jazz, sino clásica, pero que, tirando de su enorme potencial musical, desarrolló una muy buena interpretación de la partitura, dando ese contrapunto entre ambos estilos y tipos musicales que caracterizan las composiciones del genial Claude Bolling. José Antonio Fernández Cano, a la flauta travesera, estuvo muy bien a lo largo de todo el concierto, si bien hubo momentos especialmente rutilantes como las preciosistas melodías a dúo con el piano en el "2º movimiento Sentimentale" y en momentos donde las escalas barrocas de flauta y piano conjuntaban especialmente bien con los recursos jazzísticos de batería y contrabajo, como en el "1º movimiento Baroque And Blue."
A destacar también el "3º movimiento Javanaise· que, ejecutado en un 3/8, rememoraba en ciertos pasajes, fundamentalmente en una progresión de acordes central, a la famosa "Toma Cinco", "Take Five", de Paul Desmond. El "4º movimiento Fugace" es un puro divertimento musical, así como el "7º Véloce" resultó el de más recursos jazzísticos, con disonancias, virtuosismos...
Como anécdota, apuntar que el "6º movimiento Versatile", escrito originalmente para flauta baja, fue presentado por José A. Fernández explicando que, debido a su edad (realmente es joven) ya no podía sostener el peso de una flauta baja, por lo que se habían visto obligados a subir una octava la partitura para interpretarla con la travesera. Tras las risas que supusieron un pequeño receso en la concentración y un guiño a un público muy metido en el concierto concluyeron con el 6º y posterior 7º movimientos, dándose la coyuntura de que el público quería más y puesto que no tenían nada más preparado repitieron un fragmento de "Baroque And Blue".
En resumen, agradable y placentera noche en un Ateneo que va sumando adeptos y público. Público enormemente heterogéneo que llenaba prácticamente el salón de actos. Un auditorio al que quizá le vendría bien un ligero cambio, o bien subiendo un poco el escenario o las últimas filas, porque desde el tercio último del patio de butacas hay algunos problemas de visión debido al obstáculo de las anteriores, un poco altas, aunque eso sí muy cómodas.
Un gran acierto del Ateneo estos ciclos en los que se da cabida a muchos músicos de calidad de Málaga cuyos repertorios no tienen espacio en otras programaciones de la ciudad. Algo en lo que incidió al final de la actuación el propio José A. Fernández. Enhorabuena a todos y gracias al Ateneo.
Y no puedo cerrar la crónica sin expresar una reivindicación: nos encantaría poder disfrutar de Claude Bolling con su impresionante Big Band por estos pagos.
