Por Andrea Acquaroli
Fotos: Dani Pérez/TC
1º de mayo de 2011.
Ismael Serrano voz y guitarra
Fredi Marugán guitarras y dirección musical
Jacob Sureda teclados
Javier Bergia percusión
Josemi Garzón bajo y contrabajo
Ismael Serrano voz y guitarra
Fredi Marugán guitarras y dirección musical
Jacob Sureda teclados
Javier Bergia percusión
Josemi Garzón bajo y contrabajo
Resulta difícil transmitir con palabras toda la magia desplegada por Ismael Serrano, el pasado domingo en el Teatro Cervantes, durante el último concierto de su gira por España; aunque lo intentaré.
Presentó un repertorio rico de canciones que componen su último disco “Acuérdate de vivir” (Memento vivere), nombre tomado de las leyendas que acompañaban a los viejos relojes. En palabras de Ismael Serrano este disco “pretende mirar al futuro, un futuro que no es mera conjetura, que no se lee en los posos del café, que no es el destino trágico e inalterable que escribieron dioses caprichosos”. Es más bien el reflejo de esa profunda realidad que es vivir y todas sus consecuencias, -buenas y malas- partiendo de los detalles más ínfimos y cercanos, a los más difíciles de cambiar, tantas veces crueles e indeseables, pero no imposibles de transformar en algo bello cuando el canto es militante y colectivo.
A través de la decoración montada sobre el escenario, -sofá, barra, ventana y cuadros- de manera explícita nos invitó a pasar a su casa, a sentirnos parte de ella, nos narró anécdotas de esos vecinos con los que convivimos y que son una especie de extraños-conocidos.
Como consecuencia de sus relatos, en definitiva terminamos reflexionando si esas paredes que nos dividen son ladrillos apilados o una mera frontera humana que levantamos para ignorarnos entre próximos.
La presencia del músico y la profundidad de sus canciones, ciertamente no cabe en una simple exposición descriptiva; esa verborrágica poesía y la inmensidad de sus palabras fue empapando el espacio de grandes dosis de reflexión e ironía, dentro de su música existe un refugio canalizador de inquietudes, que no nos dejan inmóviles al borde del camino porque además, hemos sido capaces de internalizar con los años y las experiencias que si no vemos más allá del horizonte difícilmente podamos cambiar aquellas cuestiones desafortunadas que pasan a nuestro alrededor.
En este contexto, el concierto transcurrió por más de 3 horas, entre canciones, relatos, reflexiones al azar, interacciones con los espectadores, creando un hervidero de emociones que prevaleció hasta el final. El exquisito acompañamiento musical y la complicidad evidente entre ellos, más un excelente trabajo de sonido, completaron el circuito de una velada mordaz y brillante, con aforo completo.
Además de presentar su último disco, recreó el espíritu nostálgico con viejas canciones que forman parte de sus clásicos, retornando a repertorios musicales de “Atrapados en azul” (1997), “La memoria de los peces” (1998), “Los paraísos desiertos” (2000) “Sueños de un hombre despierto” (2007) entre otros, siendo éstos los que más huella participativa detonaron en el público.
El cantante, además presentó una emotiva canción llamada “Luces errantes” recientemente grabada en Ramallah, por él y UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina), acompañado por los coros de niños y niñas palestinos, del Conservatorio de música de Edward Said, proyecto que intenta paliar de alguna manera, la situación en la que viven miles de niños y niñas palestinos y cuyos beneficios, son destinados a ellos, en colaboración con UNRWA. Está disponible en España y América Latina a través de www.iTunes.com y www.luceserrantes.com.
Desde los comienzos de su carrera artística en los años 90, el cantante madrileño se ha ido ganando un espacio y un público que lo sigue fielmente no sólo en España, sino también desde el otro lado del Atlántico, como es Argentina, México, Chile, Uruguay, Paraguay, Puerto Rico y Costa Rica, hacia donde se ha marchado para continuar con su gira.
Ismael, se acordó de vivir y de hacer disfrutar a los espectadores de un maravilloso concierto, en el que prevaleció -entre escenario y público- un feedback positivo, una energía intensa, reflexiva, un grito de memoria y de esperanza desde una perspectiva optimista, generando emociones que sólo son posibles de forjar cuando sobra talento, honestidad, respeto por el trabajo bien hecho. El resultado fue un público agradecido, corriendo para ver más allá del horizonte, “como aquel hombre que lo hacía tras el viento”, buscando un destello de felicidad.
Felicidades por la crónica. Has logrado algo difícil, como es transmitir parte de la magia y de la complicidad que encierran los directos de Ismael y del resto de excelentes profesionales que suben con él al escenario.
ResponderEliminarHe asistido, en esta última gira, a conciertos en Madrid y Sevilla, y resultaron todo un lujo para los sentidos.
Las fotos también muy buenas.
Saludos.
Excelente!
ResponderEliminarGran trabajo de redacción por parte de la señorita Andrea Acquaroli y el fotógrafo Dany Pérez. Mi nombre es Marco Vinicio Céspedes y soy de Costa Rica.
Justamente estaba viendo su página: Mi Yo Espectador.
Y me pareció importante hablar en nombre de la gente aquí de mi país querido Costa Rica.
El concierto del Señor Ismael Serrano se llevó a cabo el Domingo 15 de Mayo en el Teatro Melico Salazar. Lugar dedicado al arte. Escenario que ha visto pasar la Ópera, claro su nombre deriva del Gran Tenor costarricense Melico Salazar, que durante su vida cantó en escenarios de la Opera en el mundo como lo fue en la Gran Casa de la Ópera Metropolitan de New York, y tuvo la riqueza artística de haber compartido tablas con el Inmenso Cantante Enrico Carusso.
Así es que el ambiente en donde se llevó a cabo el recital fue muy sobrio. Yo estuve sentado en la localidad que se le llama Luneta, y desde allí a unos pocos metros pude apreciar todo el espectáculo que presentó el Señor Serrano.
Esta vez como ha sido todas las otras 3 veces que ha estado en CR, vino acompañado de Don Fredy Marugán
Todo esto lo digo con el único afán de ensalzar la labor del Sr Serrano para la música, y muy obvio en la Trova.
Soy cantante y me gusta escuchar muchísima música de los más variados géneros y la Trova es una que llena una parte de mí, que no puede ser llenada por otra clase de música.
Escuchando a tantos grandes cantantes que han pisado y dejado huella en el telón musical de la historia de la Trova, y debo decir esto aunque que quisiera no suene muy trillado. Silvio Rodríguez, Pablo Milanes, La maravillosa voz de Mercedes Soza que se nos ha ido ya, aunque tengamos sus discos)), el reciente Joan Manuel Serrat, nuevamente vino a CR, quien también y desde luego he podido disfrutar, el tremendo Sabina que nos ha venido a entregar sus historias, todos visitaron CR y hemos tenido la oportunidad de observarlos. Sin olvidar a todos los inmortales del pasado desde el Primer movimiento de la Canción Hispanoamericana, por que ya no se debe decir sólo Cubana.
Todos ellos que se fueron antes de que yo pudiese tener conciencia...
Debo decir que Ismael Serrano se ha parado de una forma relevante en el ambiente de la Trova, de la prosa y la poesía cantadas, ya que él es ahora, una de las figuras esenciales de la expresión de este género, del que, aunque seamos pocos, y aparte de las masas, pocos los dedicados al pensamiento y la reflexión del quehacer mundial, y a pensar como él, en un futuro posible, ha soñar y creer en los sueños. De corazón digo que haber estado en el Teatro observando su Concierto me hizo sentir nuevamente allí, en ese lugar al que regreso cada vez que me acuerdo, de que tengo un mundo en ese futuro y porqué no, al pasado que todos llevamos dentro desde que nos acordamos que un día fuimos niños con sueños.
Desde Costa Rica
Marco Vinicio Céspedes
marcoviniciox@gmail.com