miércoles, 30 de marzo de 2011

La Lección: un círculo vicioso

Sempiterno Ionesco


Teatro Cánovas.
23 y 24 de marzo.
La Lección.
Dirección: Joan Maria Gual.



Decía Ionesco: describe un círculo, después acarícialo y se convertirá en un circulo vicioso. La lección, ésta última lección, supone una vuelta más en ese círculo vicioso en el que viven inmersos el profesor y su sirvienta en este texto que, quizá con el paso de los años, nos pueda parecer menos absurdo de lo que recodábamos. Pero no nos engañemos, esos juegos verbales sin aparente sentido, esas situaciones inextricables y sin lógica alguna, esas atmósferas tensas, irracionales casi, difíciles de sobrellevar y  de entender, y de las que nos parece complejo salir o desenmarañar están ahí, con toda su vigencia y causando parecidas reacciones en el público que hace seis décadas.

 
Siguiendo con Eugène Ionesco, quien fue pródigo en regalarnos muchas reflexiones interesantes sobre las que pensar: sólo valen las palabras. El resto es charlatanería. Y esta obra irradia palabras, definiciones, reglas, retorica, sentencias, explicaciones, oratoria que, en boca de ManelBarceló parecen imposibles de reproducir. 
 
El maestro que prepara para el doctorado a su nueva alumna, lo mismo le pregunta cuánto son uno mas uno que le aturde con extensas diatribas sobre la física o la geografía, las lenguas y los idiomas, que ni el público termina de entender, pero que mueven constantemente a la risa o a la sonrisa. Precisamente porque recuerdan a esa charlatanería sobre la que él mismo nos advertía y que tan magistralmente critica reproduciéndola. Además de por su descabellada incoherencia.

Al margen de la genial interpretación que del profesor hace Barceló, también es reseñable el trabajo realizado por Itziar Miranda, que comienza con una tesitura un tanto infantil y ñoña y que va transformando, primero en ingenua sensualidad, y en angustia y desasosiego conforme avanza la clase “tan particular”.
Maica Barroso bien, pero resulta un tanto rígida, no sé si debido a indicaciones de Gual o a su propia reinterpretación del personaje. Sirva para el anecdotario que Maica interpretó hace años y en varias ocasiones el papel de la alumna.





La dirección de Joan María Gual comprometida, con muchos quilates y con algunas adaptaciones que pueden ser tomadas de diferente forma según el tipo de espectador: como la de mantener todo el tiempo a la sirvienta detrás y por encima de la acción, con un juego de comecocos perenne en una pantalla ante la cual la sirvienta juega, aparece con auriculares, se enfunda unas gafas de sol, fuma un cigarrillo, y otras acciones diversas... distrayendo a veces la atención de la escena. Que aporte o no aporte al espectáculo presenta división de opiniones pero para esto también nos dejó una perla el propio Ionesco:

Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, será para enseñar a la gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya.

Muy buena la noche de teatro y humor negro. Lo que viene a demostrar, una vez más, que el criterio de programación del Teatro Cánovas difícilmente defraudará al público de Málaga con los espectáculos programados.



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