Málaga 2016

Tribuna abierta

Errare, perseverare. Málaga ciudad cultural

Por José Manuel López Gaona

Reconozco no haber creído demasiado en las posibilidades que tenía Málaga como candidata a la Capital Europea de la Cultura 2016, aunque tenía gran interés en que fuera nombrada. Ahora que nos hemos caído a las primeras de cambio, vamos a reflexionar un poco más de lo que se ha venido haciendo hasta ahora.

En general no pienso que el malagueño haya tomado el reto como algo importante. Si cae, cae. Muchos ni siquiera sabían muy bien qué era eso de la capitalidad europea de la cultura, sólo que su nombre estaba asociado a eventos culturales y, por lo tanto, no debe ser malo. Como no creímos demasiado, el mal rato tampoco será tanto, salvo para los que apostaban mucho profesionalmente en el envite.
Pero creo que esa invitación a ser una ciudad cultural debe seguir presente. Es cierto que Málaga no tiene esos museos en el Centro-ciudad que tienen Segovia, Burgos o Córdoba – a la que le deseo mucha suerte-. Pensé, como bien nos hizo ver Diego Santos en su exposición, que nuestra cultura de ciudad era un poco mas moderna, mas cosmopolita, mas de Costa del Sol. Nuestra cultura nos ha permitido tirar viejos barrios y construir escandalosos pedos de cemento. Quizás hubo mucho constructor y promotor foráneo –como el marques de Larios- al que le importaba poco la antigüedad monumental de Málaga. Aunque la casa donde nací aún sigue en pie. Se que debemos agradecer a estos “emprendedores” el que Málaga hoy sea lo que es.

Pero es tiempo de “errare, perseverare”. La apuesta por la cultura debe ser prioritaria en la política de la ciudad, como pienso que lo es ahora mismo. Hay que ir menos a los bares y más a los teatros, conciertos, salas de música, cualquiera que sea. Los poetas deben salir a los bares y museos y leer sus poemas. Y la muchachada de los conservatorios deben ponerse en calle Larios a tocar y pedir unas monedas y los demás debemos pararnos y escucharlos. Porque estamos faltos de “cultura” y nos sobran afanes consumistas o vida acelerada. ¿Qué ejemplo damos a los chavales quinceañeros cuando ven que sus padres tienen un jodido ocio alcohólico? (...y que básicamente aspiran a poder pagar la factura del movil, de la lavadora, de un coche mejor, de unos hijos gorditos, etc...) Salimos a la calle y todas las terrazas están llenas. Salimos al Cervantes y pocas veces está lleno; aunque otras muchas, no hay entradas.

Algún político debe estar pasándolo mal. Tiene todo el derecho del mundo a sentir el mazazo como mejor sepa. No me alegro. Ánimo, que hay que seguir haciendo una Málaga más cultural.