El Galán Fantasma
de Pedro Calderón de la Barca
Versión de Eduardo Galán y Daniel Pérez
Por Miguel Angel Barba
Teatro Cervantes. Viernes 1 y Sábado 2 de Octubre
El segundo pase de la obra, el 2 de octubre, en el escenario de la calle Ramos Marín, contó con intérpretes del lenguaje de signos y auriculares para audiodescripción.
Actores
Patxi Freytez, Carmen Morales, Guillermo Montesinos, Alejandro Arestegui, Ana Ruiz, Juan Calot y Manuel Gallardo.
Dirección: Mariano de Paco Serrano Este antiguo dicho refleja claramente lo que viene constituyéndose cada vez más como una costumbre en los montajes actuales: un grupo de actores jóvenes (a ser posible famosos de la tele para enganchar al público), una obra correcta y novedosa y dos o tres veteranos de la escena que den caché, sean el armazón fundamental del espectáculo y el sustento de la dramaturgia.
Este fin de semana pudimos asistir a una de estas experiencias. Secuencia 3 nos trajo una obra de Calderón no excesivamente conocida ni reconocida, aunque tampoco de las que pudiéramos incluir en el grupo de los entremeses, jácaras o mojigangas más adecuadas para los corrales de comedias de nuestro Siglo de Oro.
Esta producción, que ha recibido tanto loas como diatribas, cuenta con una aceptable adaptación que hace más liviana la representación al ahorrarnos los múltiples cambios de decorados. Solventando y simplificando las complejas tramoyas y sustituyendo los escenarios que pretenden revelarnos los espacios, construye una escenografía limpia, aunque ésto supone desaprovechar algunos espacios y que los personajes hagan las entradas y salidas sin un orden claro de éstas.
El grupo de actores, aún creando una comedia a veces plana, no forman un mal elenco y tienen la suerte de contar con un trio: Manuel Gallardo, Guillermo Montesinos y Juan Calot, con las suficientes tablas como para no convertir "el verbo", en una carrera de discursos
E
Con un buen vestuario e iluminación, peca de una elección musical un tanto sobrada; con unas piezas musicales más dignas de oberturas de ópera o gran producción de cine. Hubiera encajado mejor una buena selección de piezas musicales de la época, más en la línea de la música de cámara, no con tanta orquestación y pomposidad sonora.
Una lástima encontrarse con tan sólo un centenar de personas en todo un Teatro Cervantes. Sería preferible regalar entradas a institutos o en la misma puerta del Teatro.
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