Crítica de Arte por José Manuel López Gaona
"Victoria Civera. Atando el cielo"
CAC. MÁLAGA. C/ Alemania, s/n
Del 28 de mayo al 29 de agosto de 2010
Hasta el 1 de julio, de martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas
Desde el 1 de julio, de martes a domingo, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas
La sola publicidad de la exposición de Victoria Civera ya dice algo muy llamativo: "en esta exposición veremos conjugar el color con maestría. Esta gran artista nos presenta en el CAC una selección de 47 pinturas de los últimos diez años" que, según su propia definición, hablan “de la soledad, la quietud, el movimiento, la inestabilidad, la fantasía y, sobre todo, del silencio”.
“Atando el Cielo” significa, precisamente, esa imposibilidad de atar nada: ni universos, ni personas, ni arte, ni… En su pintura, nos anuncia, hay “un diálogo secreto entre equilibrio e inestabilidad”.
Esta mujer, por las referencias que he podido leer en la red, vive en New York y esta influencia cosmopolita se hace presente en su obra. He visto influencias de americanos como Barnett Newman, Mark Rothko y, en cierta medida, más por los colores que por las temáticas, Roy Lichtenstein; todos ellos son pintores de la vanguardia, grandes creativos.
Pero también veo la evolución del informalismo de Tapies y Manolo Millares. Todo ésto lo digo para encuadrar la importancia de la pintura que la dirección del CAC nos regala. Esta mujer expuso en el Museo Reina Sofía en el 2005.
En su pintura –el dialogo secreto entre equilibrio e inestabilidad- se nos muestra en el alarde del realismo de los cuerpos de mujer que pinta y el encuadre de una iconografía, expresionista –abstracto- en que sitúa la acción. Hay cierta subjetividad convulsa, la que le hace mostrarnos una visión de la mujer en “Saliendo del Paisaje” (una especie de ejecutiva con corbata) con la fuerza expresiva de la persona que ve el mundo de igual a igual, sin mermas. Otras veces hay influencias del porno, en algunos otros cuadros. Hay un oscuro tributo a la utilización icónica de la mujer –mujer, al fin y al cabo- por la publicidad. Aquí vuelvo sobre su influencia neoyorquina, en la utilización de lenguajes, yo creo, próximos a los spots publicitarios. En este sentido del tratamiento del color, los estudiantes de diseño gráfico, tienen en estos cuadros, modelos para estudiar.
Si le quitamos la carga ética sobre el uso del cuerpo de la mujer, descubrimos el canon estético, tan seductor a hombres y mujeres. Por lamentable que nos pueda parecer, las mujeres también se ven fascinadas por los cuerpos de tetas ciclópeas de mujeres "pin up".
Creo que sugiere una reflexión sobre la mujer, integradora, entendiendo como tal, asumir las contradicciones que representa su rol en una sociedad sin burka. Algo así como desechar el papel de mujer objeto y que ella misma desee ser objeto de deseo. Ojo, quedarse en ésto, sería caricaturizar la hondura de sus cuadros. Civera sueña lo ideal, desde la imagen actual de la mujer.
Dentro de la exposición, separado, con paneles azules oscuros, hay un espacio que es un capricho icónico de la artistaza; cuelgan muchas de sus obras, donde el protagonismo no lo tienen los cuadros en particular, sino la fuerte impresión que provoca –por si mismo- esta forma de distribuir su obra.
La influencia que esta exposición tiene para la candidatura de Málaga 2016 es muy grande. Desconozco si Málaga podrá seguir soportando el esfuerzo económico que implica la oferta cultural que se esta haciendo. Tampoco estoy seguro de que la ciudad –sus ciudadanos- se esté volcando para llenar las salas y espacios de estos eventos. Pero si sé que esta oferta es muy necesaria para ofrecer alicientes, tanto a malagueños como a foráneos que nos visitan y pernoctan.
Si nuestro reto, como economía diferenciada de otros destinos, es calidad en el Turismo, pues un ámbito a cuidar sería la oferta cultural de calidad. No tenemos un “Museo de centro de ciudad” como Cáceres o Córdoba. Nos queda, pues, llenar los eventos culturales a los que nos convocan los fastos de Málaga 2016, como indicio de que esta ciudad se merece la Capitalidad Europea de la Cultura, al menos por un año. A la vez, atraeremos sobre la cultura, el interés de inversores a un ocio, que es activo e instructivo. ¿Será esto lo de economía sostenible de lo que nos hablan a veces? La oferta de calidad puede crear acicates a los consumidores del ocio de la Costa del Sol.
Actualización de viernes 11 de junio: más fotos.
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