jueves, 11 de marzo de 2010

Pastora Soler sin norte



Crítica de Música / José Antonio Triguero
"Bendita locura" de Pastora Soler


Las fotos son de Daniel PérezTC
Lugar: Teatro Cervantes, Domingo 7 de marzo de 2010

Disco: Bendita Locura de Pastora Soler



Músicos: José María Cortina, piano, José Losada, guitarra y Joaquín Migallón, percusión y batería, entre otros.



Se apagan las luces y comienzan los aplausos. Pensé: ¿ya ha terminado? ¿nos podemos ir? Y luego, la puesta en escena subraya la tensión mitómana existente, al aparecer la silueta de Pastora Soler enmarcada en lila por un pequeño bastidor que la proyectaba. En la segunda canción pudimos comprobar que la sombra de Alejandro Sanz iba a sobrevolar por momentos el concierto.

Con un vestido dorado de apertura frontal para lucir pasó por la balada, la copla y la bulería, cantando "a capela" en dos ocasiones con su potente y bien timbrada voz. A base de taconazo y ya libre del vestido largo, insinúa destellos a lo Marta Sánchez, Malú o el nombrado Sanz. Hubo lugar para canciones más antiguas también, más aflamencadas y copleras en rotundo contraste con las canciones  por las que es más conocida, como "Damelo ya" que es una canción simple y directa que con arreglos de jazz y samba sonó más complicada de lo que es y más difícil de cantar a coro como ella pretendía.

La canción que más me gustó fue una canción seria que habla de las cosas que dejamos de hacer porque creemos que otras son más importantes en la vida, "La mala costumbre". Sonó mejor que en la sobrecargada orquestación del disco. En este tema se atisba algo que sale de su interior. Quizás esta tema puede ser una pista a seguir. Lo que está claro es que tal como presentó la selección de números en este concierto, sonaba a pupurrí, sin coherencia ni solidez; falta de norte por así decirlo. También sonó bien "Flor de romero" del álbum "Pastora Soler" de 2005, una canción con más autenticidad y más en su perfil.
El cambio de vestuario de rigor deparó en un modelo rojo y sexy para entonar de nuevo secuelas a lo Sanz, baladas, etc... El ciclorama también rojo reta a la exageración y echa mano de su potencia, que no modera hasta llegar al grito en la versión de "Non credere" que popularizó la gran diva italiana Mina.

La canción de Mina

 
La versión de Pastora Soler

Para continuar la noche y acompañada por abanico rojo nos encaminamos hacia la copla. "Mi Triniá", "Torre de arena" de la gran Marifé de Triana o "Y sin embargo te quiero", la zambra de Quintero, León y Quiroga, joyita coplera en la voz de Juanita Reina y de Concha Piquer, posteriormente.

Después regaló algo de flamenquito que comenzó con un solo de caja impresionante, en el que parecía querer desahogarse Joaquín Migallón. Y vaya si lo hizo, disfrutón y contundente, más que con la batería. En un alarde la iluminación trata de seguir sus contratiempos en un subrayado innecesario. Y, para el flamenco, nuevo cambio de vestuario de azul con flecos. Cantó unos tangos muy dignos y unas bulerías de la desaparecida Rocío Jurado con los asistentes de pié. Canta en el patio de butacas "a capella" y la rescata el grupo por bulerías, un regalo para los fans pero quizás demasiado atrevimiento que colmó dando unos pasitos, licencia que se puede perdonar a estas alturas del largo recital que ofreció Pastora Soler.

1 comentario:

  1. de donde es el vestido que lleva? y en su videoclip de "esta vez quiero ser yo"?
    de donde es su vestuario?
    Gracias!! :)

    ResponderEliminar