Por Pedro Barrientos
17 CICLO MÚSICA CONTEMPORÁNEA MÁLAGA
COMPOSITOR HOMENAJEADO : JESÚS VILLA-ROJO
Orquesta Filarmónica de Málaga
ARTURO SERRA
CARLOS CANSINO
TOMÁS ARBOLEDAS
Percusión
Teatro Cánovas, miércoles 12 de enero de 2011
Asistir a un concierto de percusión siempre mueve las ganas de ser sorprendido, y esto es justamente la sensación que pareció quedar al público que nos sentamos en el Teatro Canovas el pasado Miércoles 12.
Escuchar la percusión conlleva conectar con algún aspecto primario de nuestras células. Hay impreso en nosotros como un recuerdo ancestral, del que la percusión hacía de vehículo.
Los avances constructivos de los patrones rítmicos que proponen los compositores actuales, parecen querer despegar de esa bola gravitatoria, que asumen como lastre, los propósitos antiguos, inamovibles; y eso se dejó meridianamente claro en este concierto. Inducir a niveles abisales que dejen muy lejos a la superficialidad del cuerpo que se mueve intuitivamente a los sones golpeados. El compendio ha de estar equilibrado y no estaría mal asumir que somos toda esa distancia desde la superficie al abismo y que dentro de nuestras fibras se esconde algo que llama a todas estas sugerencias.
Carlos Cansino |
Arturo Serra |
Tomás Arboledas |
La primera obra “Divertimento IV”, para percusión y piano de Jesús Villa-Rojo ofrece en ocasiones a un piano tratado como un instrumento de percusión. Es una combinación difícil de equilibrar. La pieza está construida con motivos muy dinámicos y efectistas con numerosos arpegios tocados por el piano, que por motivo de tener la tapa bajada, quedaba callado por el volumen de la percusión.
“Sonidos inarticulados” de José Ramón Hernández Bellido, estreno absoluto. Obra evocadora de los sonidos infantiles, según su autor. Da comienzo con un redoble de bombo en pianissimo, abriendo la puerta a un lenguaje que se expresa con incógnitas.
En ocasiones, utiliza recursos como tocar con arco el gong y el vibráfono. Se me antoja una obra inteligente que porta a un mundo ingrávido; buen tratamiento de los materiales. En absoluto me pareció una obra evocadora del mundo infantil, ya lo decíamos en el anterior artículo, que las obras no son lo que quieren sus autores.
No es recomendable leer antes de los conciertos los comentarios alusivos a lo que se va a escuchar, por no condicionar la intención de dejarse sugerir por las obras. Habitualmente los autores pretenden unas cosas y paradójicamente suelen provocar otras diferentes.
La obra de Eugene Novotney “Intentión” para trío de percusionistas, fue interpretada sólo en sus dos primeros movimientos de los cinco que contiene. El primero “Assumption”, interpretado por tres triángulos con diferente afinación, se deja escuchar desde las bambalinas proyectando un sonido penetrante, similar a los sonidos producidos por la música electroacústica. La obra transcurre sin ofrecer descanso al interés, un movimiento original en su tratamiento e innovador en los desarrollos. El segundo movimiento “Proposal” para tres panderos, nos dejó boquiabiertos. Es una forma de canon en la que los instrumentos adquieren un nivel expresivo apabullante. El rango dinámico y tímbrico del pandero es muy amplio. Fue una obra aplaudida merecidamente con muchas ganas por el público.
Theo Loevendie trajo su obra “Two trios for small percussión”, en dos movimientos, para cajas chinas y cencerros, una obra muy bien estructurada y equilibrada, dando a los instrumentos una importancia de la que suelen carecer en general .
“Lift off” de Russell Peck, para tambores, determina un control absoluto de la presión sonora de la sala, empieza de una forma enigmática tornándose poco a poco en un movimiento trepidante, que golpea el pecho del espectador. Los tres percusionistas, dispuestos espacialmente, crean un sonido viajero que al oído le hace permanecer alerta.
Debemos resaltar la interpretación del Tactic Trío, tres buenos percusionistas que nos deleitaron en un concierto en el que la expectativa fue superada.
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