Txo Teatro y Le Petit Cirque estuvieron en el Museo Picasso

Títeres de circo

Por Maite Serrano
MUSEO PICASSO MÁLAGA

Palacio de Buenavista

En relación al ciclo "Niños en el Picasso. Caja de sorpresas", que nos ofrece el MPM, se han seleccionado para este otoño cuatro 

espectáculos con temática circense.

Del primero ya dimos cumplida cuenta, Piedra a piedra. Aquí reseñamos dos más, El Circ-Cabaret de Armando Risotto y Le Petit Cirque.

Cerrará el ciclo, el estreno de "El circo submarino" de la compañía Onírica Mecánica. Las funciones tendrán lugar los días 5, 12, 19 y 26 de Diciembre en el Auditorio del Museo Picasso.

Auditorio del Picasso, domingo 31 de octubre de 2010

Compañía: Txo Teatro

Obra: Cabaret Armando Rissotto

Dirección: Jordi Llop

Construcción y Manipulación: Nartxi Azkargorta

Ayudantía: Jordi Regot

Producción: Tirori S.L

Un referente como el de Alexander Calder, cuya proyección puede verse en las salas del MPM y en youtube, es un excelente punto de partida para entrar al teatro a ver el espectáculo “Circ-Cabaret Armando Rissotto". El visionado de la proyección o de los vídeos citados en la red es más que recomendable.

La puesta en escena nos remite a la magia circense con personajes tan tiernos como "Armando Rissotto” que al finalizar el espectáculo se toma su sopa con la ayuda de uno de sus compañeros -humanos- de viaje, Nartxi Azkargorta, un aútentico creador escénico y titiritero. 

Los personajes creados por Nartxi, el monociclista RENÉ BOMBIER. el cantautor MENUDO TREMENDA, el mago MARIO ESCONDE, la cantante transformista MARIE ALBACETE, el payaso que crece al toque del  saxofón o el trapecista AIR MATIAS, que se mueve a través de los mecanismos construidos por su autor, forman un menú delicioso de degustar amenizado con canciones en castellano, catalán y euskera. Un buen espectáculo para saborear sin ñoñerías infantiloides. Felicidades. 

Auditorio del Picasso, domingo 7 de noviembre 2010

Le Petit Cirque de Lauret Bigot es un circo sonoro, un espectáculo de objetos peculiar hecho de  cachivaches, madera, plástico, hilos, resortes, etc...  El autor, músico, manipulador y director de esta pieza hace del espacio sonoro un elemento fundamental, los pequeños micrófonos recogen múltiples recursos sonoros. Mientras los pequeños personajes que el artista incita a realizar sus proezas, ante la onomatopeya circense "ale hop", corren el riesgo de una caída porque  la improvisación y el azar de la mecánica juegan su papel. El propio autor nos transmite su fascinación como si se tratara de un niño jugando y admirando las  acciones de sus intérpretes.