Una sorpresa agradable

Palabras bien encadenadas

Por Miguel Ángel Barba

Viernes 15 de Octubre de 2010
Sala Las Musas. Casa de la Cultura de La Cala del Moral
Rincón de la Victoria

PALABRAS ENCADENADAS
de Jordi Galcerán.
Compañía La Ruta Teatro

Director: Juan Pedro Campoy
Laura: Celia Nadal
Ramón: Javier Manzanera

Tuvimos la ocasión de acercarnos por La Cala gracias a una amable invitación y nos encontramos con tres agradables sorpresas: La primera, conocer una interesante programación de teatro, títeres, cine y música para esta temporada que desconocíamos; la segunda, el nivel de respaldo del público con el que cuenta este municipio; y la tercera, la calidad tanto de la obra como la exhibida por la compañía.

Imágenes de la obra "La comedia de los errores" Cía La Ruta Teatro

Desconocíamos la obra y la compañía que íbamos a ver. A veces es mejor, no va uno predispuesto a nada, carece de espectativas por tanto y cuando es buena te llevas, como en esta ocasión, una sorpresa mayúscula.

La obra de Jordi Galcerán fue premio "Born de Teatre" en 1995. Un autor de este nivel no puede defraudar y este texto rezuma tensión y vigor, crudeza e intensidad y, en manos de la Cía de Teatro La Ruta, cobra viveza e intensidad.

En su décimo aniversario, esta Cía murciana no podía tener mejor estreno de década: este montaje ha nacido con una proyección que auguro larga e importante. Tiene todos los ingredientes para ello: simpleza y complejidad, misterio y clarividencia, dureza y humor, ritmo y contraritmo. Cuenta con una buena dirección de actores, una buena puesta en escena y una buena pareja en las tablas.

Javier Manzanera, en el inicio de la acción, me produjo una impresión contradictoria pero fue poco a poco atrapándonos y venciendo las posibles resistencias de quienes al principio no acertábamos a interpretar su interpretación. Un interesante trabajo que fue muy halagado al término de la función. Su plasticidad soporta bien los altibajos del paranoico personaje sin descomponerse.

De Celia Nadal, confesar mi gran sorpresa, no por no conocer su valía, véase "Sin honra no hay amistad" en febrero de este mismo año> sino por su maleabilidad y los múltiples recursos dramáticos exhibidos. El papel, con más posibilidades que en la otra ocasión, da más juego en manos de una buena actriz. Y en las de Celia recorre todos los escenarios posibles de la dramaturgia, desde el terror y la sumisión más absoluta, hasta el poder psicológico y el triunfo emocional, pasando por el humor y el amor, el sexo y la indiferencia, la sordidez, el descaro o la incertidumbre.

Celia Nadal en otra obra de la misma compañía

La química de Celia y Javier es dulce, casi contaminante, pero no almibarada. Las réplicas y contraréplicas son físicas y dinámicas, ritmo, síncope y silencio. Pero no mecánicas. De hecho, entre ellos se hicieron gracia en un momento de humor y rieron, sin complejos.

Supongo que se nota el grado de satisfacción que me produjo la experiencia. Por ello entiendo aún menos que una apuesta como ésta, arriesgada e inteligente, con una buena adaptación del texto, no aparezca en circuitos de teatros como Echegaray, Cánovas o Cervantes.

Tras la representación tuve la ocasión de intercambiar algunas palabras con Juan Pedro Campoy y comentaba su idea-deseo de hacer la obra con el público alrededor y le comenté las posibilidades que en ese sentido ofrece el Echegaray. Pero claro, eso depende de los programadores.

Estoy convencido que, de llevarse a cabo esta adaptación espacial, la obra cobraría una nueva dimensión, con una mayor intensidad y dramatismo si cabe.

Pero mientras quedémosnos con el presente, si pueden, no se pierdan estas "Palabras encadenadas" de la Cía de Teatro La Ruta.