Crítica de teatro para niños por Jesús Solo de Zaldívar
o cabe la posibilidad de que esta noche llueva en Lievempú
Síndrome Dario
Fotos del Facebook de la compañía
Lugar: Teatro Echegaray
Domingo 9 de Mayo de 2010
Autor: Síndrome Dario
Actores: Noelia Galdeano, Steven Lance y Mariché López
Dirección: Ery Nizar e Inés Gandiaga
Actores: Noelia Galdeano, Steven Lance y Mariché López
Dirección: Ery Nizar e Inés Gandiaga
Hacía tiempo que no podía asistir a un espectáculo de la compañia malagueña Síndrome Dario, y mis expectativas eran grandes, pues cada vez que lo he hecho he salido contento del teatro, cosa que no siempre consigue un espectáculo. Aunque lo que hasta ahora había visto de ellos no estuviera dedicado a los adultos exclusivamente, sí es la primera obra que veo pensada para los niños, y me preguntaba cómo se las arreglarían con semejante público. Aunque ha habido cambios en el reparto de actores, continúa Noelia Galdeano, que interpreta entre otros personajes al Rey Páter y la bruja Melixendra; y se incorporan Steven Lance interpretando a Domingo y Mariché López, también con diversos personajes secundarios.
Una vez más nos sorprende gratamente este grupo de artistas conectando con el público con una interpretación natural (y afortunadamente alejada del clásico "sello de la escuela" que tanto lastra y quita frescura a algunas compañías malagueñas) y una propuesta en la que los ácidos y críticos sketchs a los que nos tienen acostumbrados son, lógicamente, sustituidos por guiños al público infantil como las referencias a los dibujitos de los Gormitis o el ¨momento Disney¨, una canción al estilo de la productora americana, pero pasado por el prisma irónico de Síndrome Dario.
Niños y adultos pudimos disfrutar con la historia de Domingo, el hijo del Rey Páter y aficionado a los videojuegos, que con la luna llena se convierte en hombre bobo, y sus aventuras en busca de la bruja Melixendra que vive en el bosque, donde tiene que pasar una serie de pruebas y donde encuentra personajes peculiares como tapias faltas de cariño y a Dominga, hija de la Reina Máter, que se convierte en mujer baba y va en busca del brujo Melixendro. Se trata de una historia con ritmo, llena de sentido de humor y pinceladas surrealistas, que ironiza sobre la imagen de la monarquía a la que sienta en tronos que son retretes, y que nos muestra una manera diferente de contar historias. A Manu, mi hijo de 6 años le encantó y él es todo un experto, así que os aconsejo que llevéis a los vuestros si tenéis oportunidad.
Una vez más nos sorprende gratamente este grupo de artistas conectando con el público con una interpretación natural (y afortunadamente alejada del clásico "sello de la escuela" que tanto lastra y quita frescura a algunas compañías malagueñas) y una propuesta en la que los ácidos y críticos sketchs a los que nos tienen acostumbrados son, lógicamente, sustituidos por guiños al público infantil como las referencias a los dibujitos de los Gormitis o el ¨momento Disney¨, una canción al estilo de la productora americana, pero pasado por el prisma irónico de Síndrome Dario.
Niños y adultos pudimos disfrutar con la historia de Domingo, el hijo del Rey Páter y aficionado a los videojuegos, que con la luna llena se convierte en hombre bobo, y sus aventuras en busca de la bruja Melixendra que vive en el bosque, donde tiene que pasar una serie de pruebas y donde encuentra personajes peculiares como tapias faltas de cariño y a Dominga, hija de la Reina Máter, que se convierte en mujer baba y va en busca del brujo Melixendro. Se trata de una historia con ritmo, llena de sentido de humor y pinceladas surrealistas, que ironiza sobre la imagen de la monarquía a la que sienta en tronos que son retretes, y que nos muestra una manera diferente de contar historias. A Manu, mi hijo de 6 años le encantó y él es todo un experto, así que os aconsejo que llevéis a los vuestros si tenéis oportunidad.
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